La Dirección General de Tráfico intensifica esta semana la vigilancia del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil para evitar más muertes en carretera. De hecho, según anuncian, estos sistemas son los elementos más eficaces para la seguridad y el que más vidas ha salvado. Así, reducen la probabilidad en un 50%.
De esta manera, desde este 9 de marzo hasta el próximo 15 se realizará una campaña de vigilancia y concienciación del uso del cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil. Esta campaña se enmarca dentro del calendario anual de actuaciones especiales previstas por la Organización Internacional de Policías de Tráfico (TISPOL). Esto significa que en numerosos países las policías de tráfico van a incrementar la vigilancia.
Como suele ser habitual en las campañas puestas en marcha por la DGT, se ha mandado invitación a los municipios para que a través de sus policías locales se sumen a la campaña de modo que el mensaje del uso de los dispositivos de retención sea generalizado independientemente del tipo de desplazamientos que se realice o la vía por la que se transite.
Además de los controles que realicen las policías de tráfico, la tecnología ayuda también a la captación del no uso del mismo. La DGT continúa avanzando en desarrollos tecnológicos de video análisis para la detección de la no utilización del cinturón así como como del uso del móvil al volante.
En Castilla y León disponemos de 24 cámaras de control de uso del cinturón de seguridad.
SRI, el mejor seguro de vida del niño
Pero si el uso del cinturón de seguridad es imprescindible para los adultos, también lo es para los menores, ya que los sistemas de retención infantil son diseñados para proteger a los bebes y a los niños en caso de colisión, parada brusca, maniobra de evasión o apertura de puerta cuando el vehículo está en movimiento.
Un niño sin sujeción multiplica por 5 las posibilidades de sufrir lesiones mortales o graves. Además, nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales se habrían evitado si se hubieran utilizado sistemas de retención.
Peligro también para los demás
El riesgo que implica que los pasajeros no se abrochen el cinturón de seguridad no es solo que se lesionen ellos mismos en caso de accidente, sino que golpearán los asientos delanteros con la fuerza de su peso, multiplicada por la velocidad a la que circulen –ya que no son retenidos por el cinturón de seguridad-. Y a una velocidad tan baja como 60km/h, un pasajero que pese 75 kilos golpearía el asiento delantero con una fuerza equivalente al peso de un elefante de 4,2 toneladas.
La legislación española obliga a que los menores de edad de estatura igual o inferior a 135 cm que se desplacen en vehículo, además de viajar con el sistema de retención infantil adecuado a su talla y peso como la norma exige, deberán ir sentados obligatoriamente en los asientos traseros de los vehículos, excepto cuando el vehículo no disponga de asientos traseros, Cuando todos los asientos traseros estén ya ocupados por otros menores de las mismas características o cuando no sea posible instalar en dichos asientos traseros todos los sistemas de retención infantil.
Solamente en estos casos, los menores podrán ocupar el asiento delantero del vehículo, pero siempre utilizando el sistema de retención homologado a su talla y peso.
Según el Reglamento de Circulación, los sistemas de retención infantil se instalarán en el vehículo siempre de acuerdo con las instrucciones que haya facilitado su fabricante, instrucciones en las que se indicará de qué forma y en qué tipo de vehículos se pueden utilizar de forma segura.