Los trabajadores de Correos han anunciado este fin de semana que dejarán de trabajar si no se les provee de materiales de protección individual ante la crisis del coronavirus.
En una nota de prensa, aseguran sentirse abandonados por la empresa y apuntan que, "por responsabilidad", deberían tomarse medidas para que el servicio postal que prestan no se convierta en un foco de transmisión y para que se les proteja de recibir el virus que puedan tener los clientes con los que necesariamente han de relacionarse.
Según plantean, los trabajadores están sometidos a continuos riesgos debido a que están en contacto directo con un gran número de personas y utilizan materiales que pasan de mano en mano sin ser desinfectados, trabajan en la calle, van a domicilios y tocan una gran cantidad de timbres o pomos.
Por todo ello, entienden que, si otros colectivos sólo trabajan en servicios absolutamente esenciales y, en la mayoría de los casos disponen de elementos de protección individual, los empleados de Correos no han de ser menos y se deben arbitrar planes que restrinjan servicios y disminuyan el riesgo de contagiar y ser contagiados y ponen en conocimiento de la empresa y la ciudadanía, que han tomado la decisión mayoritaria de no salir al reparto hasta que esta situación no sea resuelta.
"No nos negamos a trabajar, nos negamos a enfermar y contagiar. Tenemos miedo y a pesar de sentirnos coaccionados bajo amenaza de la empresa con un parte disciplinario, nos vemos en la obligación de tomar esta medida".