La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, ha ofrecido su colaboración al Gobierno para empezar a diseñar un plan extraordinario de contratación pública para hacer frente a la situación de excepcionalidad por la crisis del coronavirus.
Este plan de recursos humanos, debería ir incluido en los presupuestos generales del Estado que va a diseñar el Gobierno, con un diagnóstico preciso de las necesidades en los diferentes sectores, partiendo de la premisa de que en los 10 últimos años se han perdido 53.300 empleos a nivel general, 30.000 se jubilarán este año y la sanidad necesita 25.000 profesionales más para superar esta situación y ofrecer una estructura sólida de personal para hacer frente a los niveles de calidad que precisa la ciudadanía.
De entrada, dicen, hay que reforzar obviamente el déficit estructural en la Sanidad, Servicios Sociales, Prisiones, Educación y las estructuras de las diferentes administraciones que ofrecen prestaciones y servicios a la ciudadanía y que van a ser más necesarias que nunca cuando empecemos a superar esta crisis.
Desde CSIF, “valoramos la intervención del presidente del Gobierno; muchas de las medidas, empezando por el propio decreto de Alarma ya fueron reclamadas por nuestro sindicato el pasado día 10 y lamentamos la demora en su aplicación. Dicho esto, coincidimos con en la necesidad de diseñar un plan de reconstrucción social y económico y un comité de evaluación porque como no nos hemos cansado de denunciar estos años, se ha desmantelado el Estado del Bienestar. Por eso, desde nuestra responsabilidad queremos sentarnos ya a trabajar sobre un plan de recursos humanos para el conjunto del sector público”.
Añaden que “nuestros empleados públicos están demostrando que son garantes de nuestro Estado de Bienestar y se merecen todo el reconocimiento y la protección de su salud. Este colectivo se merece que los próximos PGE "extrasociales", según el presidente, reconozcan su papel y el sacrificio y esfuerzo que están realizando ahora, pero también antes de la crisis. Y pese a ello, sufrieron recortes y una campaña de desprestigio en la que se les cuestionó su labor y su profesionalidad”.
Desde CSIF, “tendemos la mano para alcanzar acuerdos sólidos, también para la mejora en la calidad del empleo. Debemos dignificar y situar en el centro de las reformas al colectivo de empleados y empleadas públicas que, con profesionalidad y entrega, han mantenido el funcionamiento del Estado, contribuyendo a la recuperación económica y a los compromisos de estabilidad”.