El Colegio de Abogados de Salamanca ha decidido en una Junta de Gobierno, cerrar la sede colegial, con carácter general, de manera que los abaogados continuarán su labor diaria mediante teletrabajo y se atenderá mediante el cauce telefónico a todo colegiado que lo requiera. No obstante, acudirá diariamente un retén de guardia del personal, que trabajará a puerta cerrada. Para aquellas gestiones que deban realizarse inexcusablemente de manera presencial se solicitará cita previa mediante llamada telefónica a los teléfonos de costumbre y al acudir al Colegio habrá que cumplir con el protocolo de seguridad habitual en estos casos y del que se informará oportunamente.
Por otro lado, a pesar de que se ha estudiado la condonación de la deuda, finalmente se ha llegado al acuerdo de no hacerlo debido al escaso margen de tesorería existente, aunque estudiarán la posibilidad de que se pueda aplazar la cuota.
Además, se congela la contratación de un nuevo conserje y se mantiene el funcionamiento de las comisiones, aunque adaptado a las especiales circunstancias actuales. También se remitirá un comunicado a la Mutualidad de la Abogacía para exigir un mayor reforzamiento de las medidas ya adoptadas, así como la implantación de otras como la ampliación del plazo de moratoria concedido, o la suspensión o aplazamiento de las cuotas.
Asimismo, se reforzará, previa aprobación en Junta General, la obra social para atender las necesidades de los colegiados como consecuencia del coronavirus.
Pedirán, además, que se incluya a los profesionales no sujetos al RETA en las medidas económicas previstas para los autónomos y que las asistencias a los detenidos se hagan mediante videoconferencia.