La provincia de Salamanca no se caracteriza por ser un lugar en el que los movimientos sísmicos sean un problema. Al menos no hasta el momento y toquemos madera por ello, aunque hay una zona que ya ha sufrido varios.
Se trata de la zona de Las Arribes, cerca de La Raya. El último fue este pasado viernes, según el Instituto Geográfico Nacional, que registró un terremoto de magnitud de 2,1 con el epicentro en Villasbuenas. Un movimiento de tierra que, como los anteriores, se dejó notar para tener algo que contar pero no para hablar de daños.
Este, el primero de este año, llega, sin embargo, tras un 2019 muy intenso. En la primera parte del año, de hecho, ya hubo varios que afectaron a la zona de Saucelle, Vilvestre o Monleras, todos ellos cerca de la zona de la frontera.