La Asociación de Distribuidores de Alimentación y Hostelería de Salamanca ha advertir que el sector “quedará tocado de manera drástica” por la incertidumbre actual de los plazos de desescalada de la actividad en el sector de hostelería y restauración, y las repercusiones económicas de los nuevos hábitos de los consumidores.

Para el presidente de ADAHS, Juan Ramón Sánchez, los plazos previstos por el Gobierno de España, que plantean una apertura progresiva hasta el mes de diciembre, supondrían un descenso de la facturación del sector del 50-60% y la desaparición del 15-20% de las empresas en Salamanca.

En este sentido, señala que el efecto del cierre de los establecimientos de hostelería “es directo y nos convierte en los más afectados porque también nos hemos quedado sin clientes, y con la desescalada por fases, en este 2020 el sector se convertirá en un desierto porque seremos los últimos en abrir”.



En cuanto a la actual situación que atraviesa el sector tras el primer mes en estado de alarma por el COVID 19, desde ADAHS se pone de relieve que muchas empresas salmantinas se verán abocadas también a la quiebra por la denegación de las solicitudes de ERTE por fuerza mayor, que les obliga a seguir manteniendo sus plantillas cuando su actividad ha caído por encima del 80% al encontrarse cerrados bares y restaurantes.

Por eso, para el presidente de ADHAS, al igual que en el sector hostelero debería permitirse una reincorporación progresiva de los trabajadores, ya que “la vuelta de toda la plantilla cuando el volumen de negocio es mucho menor, pondrá en riesgo la viabilidad de muchas empresas”.