El Instituto Nacional de Estadística llamaba la atención este martes de una nueva pérdida de población en Salamanca. Con los datos provisionales a 1 de enero de 2020, esta bajó de los 330.000 perdiendo más de 1.000 habitantes en solo un año.
Pero la despoblación no es el único problema de la provincia. Además de aumentar los municipios de menos de 100 habitantes, la edad media tampoco para de crecer por lo que el envejecimiento de la población provoca un futuro complicado.
No en vano, según los mismos datos, la edad media de los residentes en alguno de los municipios de Salamanca suma 48,45 años en un continuo aumento desde que se conocen datos.
Así, en 2019 era de 48,21 pero lo importante es que no ha dejado de crecer desde 1998, cuando esta era de 42,48. De hecho, en este siglo, en los últimos 20 años, ha crecido en cinco años la edad media de los habitantes lo que implica algo que también resalta el INE al menos una vez al año, los nacimientos apenas ocupan la mitad de los fallecimientos.
Esta, además, la consiguen rebajar los extranjeros. Los españoles cuentan con 49,10 años de edad media, mientras que los extranjeros llegan a los 34,78.
Destaca también el cambio en la edad media según el municipio en el que se resida. De hecho, entre las localidades de menos de 100 habitantes es de 59,07, que se rebaja a los casi 56 en los inmediatamente superiores. Por el contrario, la edad más joven se da en los municipios de 2.000 a 5.000 habitantes, que se corresponden en su mayoría con el alfoz, con algo más de 40 años.