La hostelería de Salamanca no ha recibido de buen agrado el anuncio de la desescalada que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha realizado durante esta semana. 

Según anuncian, más de 200 hosteleros salmantinos han decidido "ponerse en pie de guerra" ya que, según dicen, no cuentan con las "garantías sanitarias y económicas" suficiente para abrir sus puertas el próximo 11 de mayo, aunque solo para terrazas y a un tercio de su capacidad.

De esta manera, el propio presidente de la Asociación de Empresarios de Hostería de Salamanca, Álvaro Juanes, reconoce que "las medidas del Gobierno son un reflejo de la improvisación, inacción y falta de coherencia, veremos qué nos dice el Gobierno los próximos días pero con esta situación creo que nos quedamos cortos al estimar que tras el estado de alerta cerrará un 30% de los negocios de hostelería”.

De hecho, expone sus reivindicaciones de cara a esta apertura y asegura que es inviable abrir al 30% ya que los gastos son los mismos. Además, reclama ERTEs flexibles con reincorporación paulatina de empleados acorde al ritmo de la actividad real. 

Sobre las medidas sanitarias, reclaman protección para los trabajadores, clientes y residentes y piden al Gobierno un protocolo general nacional consensuado que dé seguridad y formación a los empleados antes de la apertura. Sobre la apertura de hoteles, le piden que se replantee la medida mientras no haya una movilidad suficiente.

Por todo ello, consideran que "el Gobierno pretende echarnos un pulso a nivel económico y que los empresarios de este sector asumamos el ingente coste de los ertes" y reclaman nuevamente "garantías económicas, exenciones fiscales y ayudas directas" ya que sin seguridad, dicen, no abren.