Lunes, 4 de mayo. Se inicia de manera definitiva la llamada fase cero por la que podrán abrir comercios de menos de 400 metros cuadrados siempre con cita previa después de que este pasado fin de semana, toda la población, a diferentes horas, ya hayan podido redescubrir el aire tras casi dos meses confinados en casa.
Sin embargo, más allá de esta fase cero y las imágenes que preocupan a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, por ver tanta gente en las calles, muchos tienen la vista puesta ya en el próximo lunes, cuando comenzará la fase uno para ciertos territorios que, por otro lado, parece que finalmente se podría realizar por zonas de salud y no por provincias, según anunciaba este domingo Cataluña.
A la espera de recibir más información sobre ello y sobre las cifras y condiciones que haya que cumplir, es evidente que esta semana será esencial. Algunas zonas como Murcia, Asturias o Extremadura parece muy probable que entrarán en esta fase uno e, incluso, dentro de Castilla y León otras provincias más allá de las castigadas especialmente, entre las que se encuentra Salamanca.
Solo hay que echar un vistazo a los datos del domingo para asustarse en la comparación. León, Valladolid y Salamanca sumaban 16 de los 18 fallecidos por coronavirus de toda la comunidad ese día. A ellos, por su bagaje todavía alto se podrían sumar Segovia y Soria que, sin fallecidos, siguen con provincias bañadas en el naranja y rojo peligroso.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, avanzaba este domingo que una de las condiciones iba a ser la capacidad de camas UCI en la provincia, en concreto de una media de dos por 10.000 habitantes. A tenor que en Salamanca tiene poco más de 300.000 habitantes, esto supondrían 60 camas, cifra a la que el Complejo Asistencial llega con la ampliación ya realizada de 28 a 93 camas durante la crisis, aunque ahora ya hayan replegado. Los datos aportados este domingo, además, daban una ocupación de estas camas de UCI por enfermos de coronavirus de 27, por debajo incluso de su capacidad real, aunque a ello habría que sumarles los de otras patologías. Pese a ello, parece probable que se pueda cumplir esta condición.
Eso es, hasta ahora, todo lo que se conoce de manera específica. Sí se sabe, porque ya se anunció en el mismo momento que el proceso de desescalada, que el resto de casos será la situación epidemiológica de la zona, las medidas de protección en los espacios públicos y los datos de movilidad y socieconómicos de la provincia.
Es decir, más allá de las UCI y hospitalizaciones, en los que Salamanca está registrando buenos datos en los últimos días, se debe sumar el nivel de contagiados y fallecidos; así como la situación económica con los ERTEs aprobados y los despidos realizados; y un último tema que depende incluso más de nosotros, la sociedad, que de puras estadísticas: respetar la distancia, la higiene y buscar lugares en los que andar o hacer deporte donde esto pueda llevarse a cabo.
Sobre la situación económica, Salamanca es la cuarta provincia más afectada en ERTEs, aunque lejos en número de trabajadores de Valladolid, León o Burgos, que doblan o triplican a Salamanca. No en vano, 14.000 trabajadores están afectados, a lo que seguramente haya que restar algunos que comiencen ya a trabajar este lunes, y sumar otros que sean incluidos ahora. Un número importante pero lejos de cifras como los 32.000 de Valladolid, 33.000 de Burgos o 22.000 de León.
Por otro lado, la situación epidemiológico no es de las mejores. Apenas hay una zona sin casos en los últimos 14 días, y cuatro en los últimos 7. Es cierto que, en este último caso, el naranja ya ha desaparecido y la incidencia, en Atención Primaria, siempre es inferior a un 0,4%, es decir que son probables infectados menos de 5 por cada 1.000 habitantes. Los mismos datos de Atención Primaria recogen mejorías, aunque siempre tomados en cuenta con cautela debido a las variaciones en fines de semana, con apenas 1.200 casos en 14 días, 500 en la última semana.
Pero a ello se le suman los datos oficiales, que no terminan de ver descender todo lo que gustaría los nuevos contagios y fallecidos. Es evidente que la situación es mejor, y que apenas hay pruebas PCR positivas, 35 en los últimos cuatro días (el resto son positivos por anticuerpos), pero también lo es que los fallecidos siguen existiendo. Están lejos de las altas cifras de hace poco tiempo pero todavía no se ha visto el cero y en la pasada semana murieron por coronavirus 22 personas que, eso sí, son menos que las 28 de la anterior. Así pues, semana decisiva en el caso de Salamanca para saber su futuro.