El mes de abril ha sido completamente negro para Castilla y León, que ha aumentado su mortalidad más del triple en comparación el mismo mes de 2019. Si ya en marzo hubo un exceso de mortalidad, los primeros días de abril, especialmente, han supuesto un gran aumento en los fallecidos en toda la región.
De esta manera, según los datos aportados por la Junta de Castilla y León, un total de 5.295 personas murieron por las 1.579 de 2019. Se trata de una cifra escalofriante que, en números absolutos, refleja un exceso de mortalidad de 3.700 personas, más de los que indica la cifra de mortalidad de coronavirus. Hay que decir, eso sí, que esta foto fija no tiene la mejor de las fiabilidades ya que 2019, por ejemplo, fue un año en el que en abril hubo muy poca mortalidad en Castilla y León con otros años.
Én Salamanca, esta cifra es hasta más escalofriante. De hecho, solo Segovia y Soria cuentan con un crecimiento tan grande. Se observaron por la Junta de Castilla y León una mortalidad de 835 personas frente a las 218 de abril de 2019. En 2018, el número de fallecidos en abril fue de 403, lo que implicaría que en vez de multiplicar por cuatro, esta sería por dos.
Sin embargo, pese a estos números, la Junta de Castilla y León ha informado en el mes de abril de 201 muertes en Salamanca por coronavirus de manera oficial, a lo que habría que sumar cerca de un centenar de residentes en centros de ancianos que habrían fallecido con síntomas pero sin haber tenido el test que confirmara el coronavirus.