Un grupo de 18 investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL) trabaja desde hace semanas en un nuevo proyecto que trata de identificar factores de riesgo que pueden llevar a una persona a tener más posibilidades de infección grave en el caso de padecer COVID-19.
El objetivo de esta iniciativa servirá para "mejorar la estratificación pronóstica" a través de "la identificación temprana de factores relacionados con una respuesta deficiente del sistema inmune frente al virus SARS-CoV-2", ha reseñado el IBSAL en la información facilitada.
El trabajo de investigación ha comenzado ya hace unas semanas, un tiempo en el que los científicos han estudiado los casos ya de unos 100 pacientes y esperan tener los primeros resultados en este mismo mes de mayo.
Aprobado por el Instituto Carlos III, el proyecto está siendo dirigido por el catedrático de la Universidad de Salamanca (USAL) e investigador del Centro de Investigación del Cáncer (CIC) Alberto Orfao y tendrá una duración máxima de 12 meses.
Sobre el proyecto, el instituto ha reconocido que "uno de los factores más preocupantes desde el punto de vista médico así como de gestión es conocer de forma temprana que pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2, están en riesgo de sufrir una forma grave de la enfermedad que haga incluso necesario su ingreso en la UCI o, si por el contrario, puede superar la enfermedad en su domicilio, aspectos de especial relevancia en una posible segunda oleada de esta pandemia".
Con este proyecto, los investigadores tratarán de contribuir a mejorar el diagnóstico y el manejo clínico de pacientes infectados por el virus SARS-CoV-2 a través de la identificación temprana de factores de riesgo relacionados con una respuesta deficiente del sistema inmune frente a este virus, "especialmente en adultos de edad avanzada".
NUEVAS ESTRATEGIAS
El proyecto parte de la hipótesis de que la respuesta deficiente del sistema inmune podría estar relacionada con la presencia de células B clonales en su sangre periférica asociada a una inmunodeficiencia secundaria (subclínica hasta el momento de padecer una infección por un patógeno nuevo).
La posibilidad de identificar, a través de "un análisis sencillo de sangre periférica, aquellos pacientes con linfocitosis B monoclonal y una distribución anormal de numerosas poblaciones celulares circulantes del sistema inmune, como biomarcadores de una respuesta deficiente del sistema inmune frente al virus SARS-CoV-2", podría contribuir a mejorar la estratificación pronóstica temprana de estos pacientes, ya que serían los que "presumiblemente tendrían una evolución a formas más graves de la enfermedad".
Por tanto, esto permitiría plantear "nuevas estrategias de intervención precoz" y hacer una selección más eficiente de aquellos pacientes que "requerirán medidas especiales de protección -incluida la vacunación en un futuro próximo- u hospitalización con intervención terapéutica más temprana".
Además, el proyecto realizará una monitorización de la respuesta inmune de los pacientes cuando se produzca un cambio en su situación clínica que contribuirá a definir mejor el impacto de los tratamientos sobre el sistema inmune.