Daniel Lomas es un religioso carmelita de solo 25 años que ha decidido entregarse a la causa del cristianismo en su forma más visible: darse a los demás sin esperar nada a cambio en tiempos de coronavirus. Lo hace desde el convento de San Andrés y la iglesia del Carmen de Abajo, en la calle Arroyo de Santo Domingo, donde reside actualmente, a través de las conocidas impresoras 3D en esta época.
Y es que, como él mismo cuenta, a lo largo de estas semanas ha puesto todo su empeño en crear material sanitario de protección mediante la impresión 3D ante la demanda del mismo, además de seguir su formación en el cristianismo.
Hasta Salamanca ha llegado de Jerez de la Frontera, en Cádiz, para formarse en la Orden Carmelita en el centro sito junto a la iglesia, en el paseo Rector Esperabé como una opción de traslados entre conventos. Y aquí ha tenido que vivir el confinamiento uniendo la solidaridad con su hobby, la tecnología.
De hecho, ya adquirió una impresora 3D para "realizar piezas propias" y ahora para servir a la sociedad con sus materiales. Se tratan de las llamadas salvaorejas o ajustadores de mascarillas, así como de las propias pantallas faciales "siguiendo el modelo de producción y desinfección recomendadas por las autoridades sanitarias de Castilla y León".
Y, aunque como él mismo cuenta, puede llamar la atención la unión entre religión y tecnología, "se pueden intercalar los rezos con mirar por aquellos que nos cuidan". En definitiva, "rezamos por aquellos que nos cuidan y luego le entregamos el material por quienes pedimos para su protección".
Así, las primeras producciones de la impresora, que "echa humo", han sido para las residencias pero ahora pretenden que más personas que lo necesitan como sanitarios puedan solicitarlo. De momento, además, Daniel ha conseguido que una empresa de Alemania, donde compró su impresora, done otra nueva para este cometido y para que sus compañeros de comunidad, que también colaboran, puedan duplicar el material.
Para ello, se puede solicitar el material a través del correo electrónico a carmelitano21@gmail.com indicando la información oportuna y se le contestará con un formulario de entrega que se ha elaborado. "No es gran cosa pero colaboraramos con lo que podemos. Las circunstancias no cambian a las personas, solo les hacen florecer lo mejor de sí mismas".