El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha visitado hoy el Parque de Maquinaria y la Planta de Clasificación de Envases del servicio de limpieza urbana y recogida de residuos del Ayuntamiento, donde ha agradecido a sus trabajadores el esfuerzo realizado durante el estado de alarma para mantener limpia y cuidada la ciudad, al mismo tiempo que llevaban a cabo labores de desinfección de las calles y plazas para evitar la propagación del coronavirus COVID-19.
En total, este servicio municipal dispone de 125 vehículos (el 55% de ellos impulsados por gas natural comprimido), de los cuales se han utilizado para la desinfección de la ciudad 6 cubas de baldeo, 4 baldeadoras de aceras, 1 baldeadora de calzadas, 4 hidrolimpiadores y 1 fregadora, aparte de 7 difusores manuales. A mayores, otros servicios municipales han colaborado en las labores de desinfección.
La plantilla está compuesta por 440 trabajadores en total, 348 destinados a la limpieza viaria de la ciudad en labores como barrido manual, mixto y mecánico, baldeo mecánico y mixto, limpieza de pintadas y grafitis, mantenimiento de papeleras, desbrozado, contenedores, pileros, etcétera; y 92 de ellos dedicados a la recogida específica de fracción resto, reciclaje, enseres y otro tipo de residuos de origen electrónico.
García Carbayo destacó la adaptación del proceso de limpieza y recogida de residuos a las medidas de seguridad establecidas por las autoridades sanitarias sin mermar la calidad del servicio. Así, durante el estado de alarma se han recogido 6.973,34 toneladas de residuos en los contenedores grises (15.119,3 en el primer cuatrimestre del año).
Al mismo tiempo, desde el Ayuntamiento se ha seguido trabajando para hacer de Salamanca un ejemplo a seguir en la gestión del reciclaje de envases, vidrio, papel y cartón, recogiéndose 1.600 toneladas en total durante el estado de alarma en los contenedores amarillos, verdes y azules (3.576,94 en el primer cuatrimestre del año).
Prueba de ello son los constantes reconocimientos nacionales recibidos, por ejemplo el año pasado una doble Pajarita Azul, que reconocen a Salamanca como una ciudad a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático. Estos galardones, según puntualizó el alcalde, son fruto también del esfuerzo de los salmantinos cada día en sus hogares, sobre todo en estos momentos en que se debe extremar la precaución con la separación de los residuos que se generan en los hogares para no contribuir a propagar el coronavirus.
Planta de clasificación de envases
En la planta de clasificación de envases, donde trabajan en total 33 personas con las correspondientes medidas de seguridad, se reciben todos los residuos depositados en los contenedores amarillos. Los camiones descargan en el interior de la nave en la denominada ‘playa de envases’, donde comienza el ciclo de clasificación de los envases dependiendo del material del que están compuestos.
Tras pasar inicialmente por un desgarrador de bolsas, continúan por un triaje primario donde se separaran manualmente todos los voluminosos e impropios que contengan. Posteriormente se hace manualmente un triaje secundario donde son clasificados los envases dependiendo del material con el que están fabricados, y se procede a la separación mecánica del acero y aluminio por un sistema de campos magnéticos.
Una vez están los envases clasificados, pasan a una prensa que los convierte en balas para facilitar su almacenamiento y transporte. Estos recipientes tienen como destino final los distintos recicladores repartidos por toda la geografía española, los cuales convertirán los envases en materia prima, dándole así un nuevo uso en forma de mobiliario urbano, hilo textil, objetos de aluminio y tuberías, entre otros.