La Confederación Empresarios de Salamanca (CES) ha solicitado a la Junta de Castilla y León ampliar las ayudas directas de la Administración regional para apoyar a las empresas y autónomos afectados por la crisis del Covid-19, para contribuir a mantener la actividad económica y los puestos de trabajo, y para proteger, por tanto, al tejido empresarial salmantino “que está haciendo un gran esfuerzo por sobrevivir ante un escenario realmente muy complicado”.
Y es que dos meses después de la aplicación del estado de alarma tras el estallido de la crisis sanitaria del coronavirus, el Gobierno central ha basado su política de ayudas a las empresas y autónomos en la aprobación de una serie de créditos para las pymes y la apuesta decidida por los ERTE como alternativa a los despidos.
En este contexto, el empresariado salmantino dice necesitar un mayor amparo por parte de las instituciones autonómicas y locales para hacer frente a las dificultades económicas surgidas por el efecto del coronavirus.
Este jueves, recuerdan desde CES, el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León aprobó una nueva partida presupuestaria para apoyar a los autónomos cuyos negocios se hayan visto afectados por la crisis del Covid-19 y para ampliar, a través de Iberaval, la línea de liquidez para micropymes y autónomos, ya en funcionamiento, para hacer frente a los efectos de la pandemia.
Tras esta "importante y acertada decisión" de aprobar un nuevo presupuesto, CES insta a la Administración Regional a aprobar un paquete más extenso de ayudas directas que las anunciadas hasta el momento, puesto que al sector empresarial “le urge liquidez y necesita que se minimice al máximo el impacto social y económico de esta crisis”.
Medidas adoptadas por la Junta de Castilla y León como la extensión de la tarifa plana, las subvenciones para la adquisición de EPIs, las ayudas para apoyar a las pymes comerciales afectadas por las medidas de gestión de la crisis del Covid-19 o las aprobadas de hasta 2.000 euros para apoyar a los empresarios si tras esta crisis deciden emprender un nuevo proyecto “suponen una inyección de oxígeno para el empresario, pero son insuficientes ante la magnitud de la situación”.
Desde CES se agradece el “importante esfuerzo” que está realizando la Junta ante esta situación de excepcionalidad y su contribución para ayudar al tejido productivo de la Comunidad, pero se insiste en que “son necesarias más ayudas directas, con mayor peso económico, que cubran los gastos que están teniendo en estos momentos las pymes y autónomos”, a la vez que se le reclama un plan de choque “sólido y con medidas concretas” para relanzar los sectores más castigados por la crisis, entre ellos, los sectores de comercio y hostelería.
Sin embargo, otras ayudas aprobadas a nivel autonómico, basadas en préstamos o moratorias, como las líneas abiertas por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), en colaboración con Iberaval, para inyectar liquidez y/o financiar soluciones digitales de urgencia en pymes, micropymes y autónomos, a través de préstamos avalados; el programa para el aplazamiento en la devolución de cuotas de los créditos de Reindustrialización y Crecimiento Empresarial de la Lanzadera Financiera, o la moratoria fiscal establecida sobre los impuestos autonómicos para empresas y familias, aunque se busque con ellas mitigar los efectos del coronavirus, “no garantizan el futuro de miles de empresas porque todas las medidas que se basen en créditos, que después deberán ser abonados, no son una solución definitiva, al igual que los aplazamientos”. “Lo que necesitan los empresarios es liquidez porque la empresa que no tenga un remanente importante corre el riesgo de desaparecer”, recalca el presidente de CES, José Vicente Martín Galeano.
Por otro lado, los incentivos de hasta 10.000 euros aprobados por la Junta de Castilla y León para las empresas que contraten a trabajadores despedidos por esta crisis es una buena medida. “El ‘pero’ está en que no se pueden volver a contratar a trabajadores que has despedido tú por la crisis, tienen que ser ajenos a la misma, lo que ralentizaría su adaptación al puesto de trabajo”.
Por todo ello y, en la obligación de defender los intereses del empresariado salmantino, desde CES se apela una vez más a la sensibilidad de todas las administraciones públicas para ayudar a aliviar la actual situación de las pymes y autónomos en este momento de desaceleración económica.