El Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado este martes de forma definitiva, en la Comisión de Fomento y Patrimonio, la Estrategia para el Desarrollo de una Infraestructura Verde, un plan de protección de la biodiversidad que supone un nuevo modelo medioambiental de la ciudad para mejorar la salud urbana, integrar los barrios y fomentar el empleo gracias a la simbiosis entre patrimonio, naturaleza y ciudadanía.
El alcalde de la ciudad, Carlos García Carbayo, destaca que gracias a la Estrategia de Infraestructura Verde, Salamanca se sitúa a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, pues es la primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad en el mundo con un plan de esta envergadura.
García Carbayo añade que, al mismo tiempo, Salamanca se sitúa entre las ciudades que construyen un futuro centrado en la sostenibilidad como principal ventaja competitiva para atraer nuevas inversiones, tanto privadas como públicas, alineadas con la transformación ecológica impulsada desde la Comisión Europea, lo que permitirá obtener el mayor número de fondos europeos posibles para mejorar la vida de los salmantinos.
Cerca de 300 actuaciones en quince años
La Estrategia de la Infraestructura Verde en Salamanca define cerca de 300 actuaciones para los próximos quince años en toda la ciudad, desde el centro hasta los nuevos barrios de la periferia y los límites con todos los términos municipales del alfoz de Salamanca (Aldeatejada, Arapiles, Cabrerizos, Carbajosa de la Sagrada, Carrascal de Barregas, Doñinos de Salamanca, Santa Marta de Tormes, Villamayor de Armuña y Villares de la Reina).
Las primeras 88 medidas incluso ya cuentan con un presupuesto estimado en 10,7 millones de euros, a ejecutar durante los próximos cinco años, con la participación de los ciudadanos. Los salmantinos también serán protagonistas de este cambio y el Ayuntamiento se volcará en activar su implicación en el proyecto, sensibilizándoles y dándoles a conocer la verdadera dimensión de la Infraestructura Verde.
Entre estas medidas se encuentran la plantación de más vegetación y la ampliación de las zonas verdes para conectar corredores y mitigar el impacto de la emisión de gases de efecto invernadero, así como la creación de viveros y cultivos ecológicos.
En el río se promueve la incorporación de refugios para aves y de elementos para la reserva de la biodiversidad y la fauna, o la recuperación de molinos y acequias con fines educativos. Y, dentro de la propia ciudad, favoreciendo la integración de las energías renovables en los edificios, la transformación de espacios con más paseos arbolados, micropaisajes o muros verdes, siguiendo la actuación ya llevada a cabo en el barrio de San Bernardo. También la innovación en soluciones experimentales ecológicas para el sistema de gestión de aguas pluviales que minimizan el impacto de la escorrentía, la integración de la vegetación y la recuperación de plantas autóctonas en el diseño, para hacer frente a las olas de calor.
Por otra parte, la Infraestructura Verde contempla la catalogación y, en consecuencia, la protección de 19 bienes. Respecto al Patrimonio Arqueológico, se protegerán los grabados rupestres paleolíticos de La Salud entre las que se reconocen partes anatómicas de un caballo y signos lineales, así como Abrigo de El Marín y de La Salud. También se protegerán, como Patrimonio Industrial, la Fábrica de la Luz de Tejares, antigua central hidroeléctrica que es un ejemplo de industria para producción energética a pequeña escala, el edificio viejo de bombeo de agua a los depósitos de Campoamor situado en la Aldehuela, testimonio del sistema pionero de abastecimiento público de agua a la ciudad y la depuradora de agua de la Avenida de la Aldehuela, por sus depósitos de decantación de agua, como sistema también pionero, en este caso, del tratamiento de agua.
Finalmente, dentro del Patrimonio Etnográfico, los Pilares del Puente de la Salud, que forma parte de las obras de ingeniería del hierro pioneras en la ciudad, sobre los que se asentaba el puente metálico ferroviario, la Pesquera de Tejares, la Pesquera de Huerta Otea, la Pesquera de Salas Bajas; la Noria del Marín, descubierta con ocasión de la urbanización del sector; la Noria del Zurguén, situada en el Parque Miguel Delibes, que remite al antiguo uso rústico de las huertas del entorno; la Noria del parque de El Baldío en la Aldehuela, testimonio de las construcciones de riego que abundaban en la vega del río, el Dique del Zurguén, uno de los últimos ejemplos de obras civiles de la Ilustración salmantina; las Fuentes tradicionales de piedra situadas, una junto a la Calzada de la Plata, y otra sobre la margen derecha del Zurguén, así como la Pesquera de San Jerónimo y el Azud de Florida de Liébana.