El Ayuntamiento de Salamanca avanza en las obras para convertir el frontón anexo a Würzburg en un nuevo pabellón deportivo, un recinto que estará destinado fundamentalmente a la práctica del baloncesto y podrá acoger partidos oficiales de ámbito autonómico.
El alcalde, Carlos García Carbayo, ha visitado este lunes las obras, que suponen una inversión municipal de 901.705 euros. Ya se han construido los cerramientos exteriores y cubierto el frontón con una estructura metálica, además de acometer una nueva instalación de calderas para la climatización.
La estructura metálica que recubre el nuevo recinto eleva su altura hasta los 12 metros y se prolonga hasta cubrir el otro frontón colindante. Con esta actuación, el Ayuntamiento de Salamanca pretende potenciar el uso de esta pista destinada principalmente a los juegos de pelota al aire libre y protegerlo de las inclemencias del tiempo.
El nuevo pabellón contará con una superficie en tarima de madera que albergará una cancha de baloncesto de medidas reglamentarias sobre la que se representarán, transversalmente, dos pistas de minibasket.
El proyecto contempla en esta infraestructura la instalación de un graderío portátil con capacidad para aproximadamente 400 personas, el equipamiento con canastas colgantes y de alta competición, marcadores electrónicos, la instalación de nueva iluminación, así como la climatización de la pista mediante calderas de biomasa que estarán compartidas con el actual pabellón de Würzburg, favoreciendo una mejora de la eficiencia energética del complejo deportivo.
Por otro lado, el nuevo pabellón contará con un acceso independiente para el público desde el exterior y otro más para los deportistas que se comunicará internamente con el pabellón de Würzburg.