La teniente alcalde de Salamanca y concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Ana Suárez, se refirió este lunes a la decisión de la Junta de no pasar a Fase 3 a la provincia de Salamanca tras el cambio de decisión de la semana pasada.
Frente a ello, y aunque admitió no haber hablado con la consejera de Sanidad, Verónica Casado, o el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, de Ciudadanos como ella, les pidió "que nos acompañaron a un centro de acción social y vieran la desesperación de la gente a la que afectan estas decisiones".
Así, afirmó que se están atendiendo a autónomos "que esperaban abrir hoy, trabajadores afectados por ERTEs o trabajadores en desempleo sin ingresos". "Sería interesante que se empezara a entender que no son incompatibles" la sanidad y la economía, comentó.
El alcalde, Carlos García Carbayo, por su parte, afirmó que "cuando se trata de cuestiones o criterios sanitarios no lo vamos a discutir", aunque pidió que sean "esos datos los que se pongan sobre la mesa".
De hecho, se refirió a la "expresión no lo suficientemente técnica" de la consejera de Sanidad, aunque en conversación posterior con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se le expresó que los "datos eran peores a las de otras provincias de Castilla y León".