El Gobierno de España ya tiene operativos los medios para combatir posibles incendios durante la actual campaña estival en Castilla y León, que, según las previsiones, no se espera especialmente dura por las lluvias de los últimos meses que permiten que el terreno guarde "cierta humedad".
El delegado del Gobierno en la comunidad, Javier Izquierdo, ha sido el encargado de abrir esta campaña en la base aérea salmantina de Matacán, donde ha asegurado, sin embargo, que el mismo nivel de precipitaciones también ha hecho que haya "mucha vegetación", lo que puede avivar las llamas, y ha indicado que los riesgos también se ven condicionados por las temperaturas que haya y por el "comportamiento" de las personas.
Sobre esto último, ha reseñado que más del 50 por ciento de los grandes incendios son provocados y que otro 30 por ciento se debe a negligencias humanas o accidentes también con la participación del hombre.
Respecto a los medios estatales para combatir posibles focos, Izquierdo ha indicado que están a disposición de todo el país y que se distribuyen con "carácter estratégico" por todo el territorio de cara a estar con la mayor inmediatez en donde sean requeridos.
En concreto, en Castilla y León tiene desplegados desde el 15 de junio dos aviones anfibios de gran capacidad -5.500 litros de agua- en Matacán (Salamanca), otros dos de capacidad media en Rosinos (Zamora), cinco helicópteros de transporte de brigadas (BRIF) en Tabuyo (León), Puerto El Pico (Ávila) y Lubia (Soria), un avión de coordinación y observación en León, una unidad móvil de análisis y planificación en Rabanal del Camino (León) y una aeronave pilotada por control remoto también en Rabanal del Camino.
No obstante, más allá de los medios para trabajar en coordinación con los de otras administraciones y con la UME si fuera necesario, el delegado del Gobierno en Castilla y León ha hecho hincapié en la concienciación, responsabilidad y complicidad de la ciudadanía para prevenir y denunciar los incendios forestales intencionados, que según el último informe ministerial correspondiente a la década 2006-2015, fueron un 52,7 por ciento del total registrado.
Izquierdo ha hecho este llamamiento durante la presentación de la campaña de extinción de incendios forestales del verano 2020 que ha tenido lugar en la Base Aérea de Matacán, en Salamanca, donde se encuentran algunos de los medios estatales en la lucha contra el fuego que está en marcha desde el día 15 de junio.
En concreto, según ese informe del Ministerio de Transición Ecológica y del Reto Demográfico (Miterd), el porcentaje de siniestros intencionados a nivel nacional fue del 52,70 por ciento frente al 28,07 por ciento que se debió a negligencias y accidentes, y tan sólo un 4,92 por ciento declarados a consecuencia de causas naturales (rayos).
Incidencia en Castilla y León
En esa década, Galicia y Castilla y León, con 38.317 y 18.343 incendios, respectivamente, fueron las comunidades autónomas con mayor número de siniestros registrados (un 29,22 por ciento del total nacional la comunidad gallega y un 13,99 la castellano y leonesa).
Estas dos regiones también se alzan con el negativo récord del mayor número de grandes incendios forestales (GIF), y así, de los 18.343 en las nueve provincias, 50 fueron declarados GIF, tras los 69 de Galicia.
Las superficies afectadas por estos más de 18.000 incendios sufridos por Castilla y León durante esa década alcanzaron las 41.965 hectáreas arboladas y 131.373 hectáreas de superficie no arbolada, es decir, en total 173.339 hectáreas de superficie forestal quemada.
Medios
Aunque los medios del Ministerio se encuentran desplegados por todo el territorio nacional con "plena disponibilidad" para moverse por los territorios que les requieran, el delegado del Gobierno ha recordado que la Comunidad cuenta con dos aviones anfibios de gran capacidad en Matacán (Salamanca), otros 2 de capacidad media en Rosinos (Zamora), 5 helicópteros de transporte de brigadas (BRIF) en Tabuyo (León), Puerto El Pico (Ávila) y Lubia (Soria), un avión de coordinación y observación en León, una unidad móvil de análisis y planificación en Rabanal del Camino (León) y una aeronave pilotada por control remoto también en Rabanal del Camino.
A ello habría que sumar los medios humanos, las BRIF (Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales), equipos especializados cuya misión principal es servir de refuerzo a los dispositivos de extinción de incendios autonómicos en caso de siniestros de gran envergadura y complejidad.
En Castilla y León radican dos brigadas BRIF-A, en Tabuyo (León) y Lubia (Soria), constituidas cada una por un jefe de brigada al mando de dos cuadrillas de siete especialistas y un capataz, que son aerotransportadas en dos helicópteros.
Otra brigada BRIF-B, integrada por un jefe de brigada, un capataz y siete especialistas, transportados en un solo helicóptero, tiene su base en Ávila.
A ello, para afrontar los posibles siniestros en la Comunidad Autónoma, es necesario añadir los medios con los que cuenta la Junta de Castilla y León, así como el refuerzo de la UME, radicada en la Base Conde de Gazola de León.
La Unidad Militar de Emergencias, con casi medio millar de efectivos, es un refuerzo estatal a la lucha contra los incendios que se activa únicamente cuando se considera que el siniestro, por su especial virulencia, no puede atajarse con los medios ordinarios.
En la década 2006-2015, la labor de la UME "se ha consolidado, incrementándose notable y progresivamente el número de sus intervenciones, en apoyo de los medios de extinción de incendios habituales", según la Delegación.
Así, la Unidad ha intervenido desde 2007 en 251 ocasiones, multiplicando por diez los cuatro incendios en los que fue desplegada en 2007, hasta los 40 de 2015, si bien, durante dos años, el trabajo que tuvo que afrontar fue incluso mayor (participó en la extinción de 46 siniestros en 2011 y de 59 en 2012).