Saltó a la fama el verano pasado en múltiples lugares de España pero Salamanca, casi en su totalidad, se salvó de esta sucia y poco decorosa moda. Sin embargo, casi al comienzo del verano la provincia de Salamanca ya se ha visto 'atacada' por ello. 

Este martes la piscina de Cabrerizos ha tenido que cerrar el vaso debido a que alguien había considerado una buena idea defecar en el agua, según confirma un usuario de la piscina. Evidentemente, más allá del propio acto incívico esto puede llevar a otros problemas ya que supone un riesgo para la salud. 

Y es que se pueden transmitir parásitos a través del agua, lo que obliga a cerrar el agua para tener que desinfectarla y evitar cualquier tipo de mal mayor. 

Este reto no tiene por qué realizarse en ese mismo acto, sino que en muchas ocasiones los que lo realizan se llevan los propios excrementos de casa y aprovechan un momento de distracción para situarlos sobre el agua y obligar al cierre de la piscina. 

La situación ocurrida en Cabrerizos llega, además, a los pocos días de su apertura. Y es que abrió este pasado 1 de julio en franjas horarias, hasta cuatro. El primero es de 11 a 13:30 y el segundo de esa hora a las 16 horas. Por la tarde, es desde esta hora hasta las 18:30 y por último hasta las 21. El grotesco suceso ocurrió casi en el cambio de este último turno.