Sigue la guerra entre el PSOE y el alcalde de Arapiles, Audacio Viloria, quien fuera en las listas socialistas en los pasados comiciones y que acabó presentando una moción de censura contra su excompañero apoyada por el resto de la Corporación salvo los concejales del PSOE. 

En esta ocasión, el Grupo Municipal Socialista ha denunciado la negación en el acceso de los vecinos a las dependencias municipales en el Ayuntamiento, obligando a los vecinos a realizar sus gestiones a través de una ventanilla, de manera que deben "hacer cola en la calle de forma indiscriminada, a pleno sol y con altas temperaturas, incumpliendo derechos como el de la privacidad y la protección de datos".

Audacio Viloria, “sin criterio coherente alguno y, sin explicación que intente justificar lo injustificable”, ha declarado el portavoz del Grupo Municipal Socialista, “con un total desprecio a los vecinos, y únicamente por capricho suyo niega e impide el acceso de los ciudadanos que necesitan realizar alguna gestión o trámite a las dependencias municipales como por ejemplo el registro o la secretaría".

“De forma inexplicable y con la ausencia de toda lógica”, se añade desde el Grupo Socialista, “mantiene cerrada a cal y canto durante todo el día la puerta principal del Consistorio, impidiendo el acceso al vestíbulo, y obligando a los vecinos a permanecer en la calle haciendo cola a pleno sol y con temperaturas que superan los 35 grados, tengan la edad que tengan y sin miramiento alguno, esperando turno para ser atendidos desde una ventanilla o ventana en el exterior”

El PSOE considera que esta decisión "esperpéntica" va en contra de la salud y que, además, incumple las prescripciones. “Audacio Viloria desconoce la normativa vigente en materia de administración y función pública, ignora las obligaciones que impone el cargo, e interpreta o gestiona el gobierno municipal a su libre antojo y lo que es también muy grave” se concluye desde el PSOE. “Incumple el derecho a la privacidad y la protección de datos que tienen los ciudadanos puesto que, cualquier persona o vecino en circunstancias como estas, es imposible que pueda hacer un trámite o una gestión sin la debida y obligada reserva o con la intimidad que se requiere”.