VÍDEO | Nuevo suelo de madera para la Catedral de Salamanca
Durante el estado de alarma, que causó el cierre de la Catedral de Salamanca durante casi cuatro meses, el Cabildo de la Catedral decidió intervenir en la nave central del templo nuevo para actuar sobre el suelo de madera que estaba en mal estado. Tras conseguir el visto bueno de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, como detalla el canónigo de Obras, Jesús Terradillos, “abordamos la restauración del piso del suelo correspondiente a la nave central, que tiene la vía sacra y los dos laterales”.
La intención inicial en un primer momento era reponer las tablas que estaban en mal estado, carcomidas o rotas, “y se intentó hacer eso”, pero como apunta este canónigo del templo, “los rastreles estaban en tal mala situación que cuando tratábamos de quitar una tabla se salían varias”. Además, debajo de las tablas encontraron residuos, tierra, escombros y cascotes…, “y evidentemente no es salubre una cosa de ese estilo en la Catedral”.
Jesús Terradillos recordó que siempre con la aprobación de la Comisión de Patrimonio, finalmente se decidió dejar el suelo original y no colocar el de madera en los laterales: “Nos dijeron que, si tenía bien el suelo original, el primario, del siglo XVII, que optáramos por dejarlo limpio y restaurado, y así hemos procedido”. En estas labores se han cambiado algunas losetas de pizarra que estaban desechas, “pero la inmensa mayoría, así como la traza, obedece al siglo XVII, y tenemos por tanto un solado original que estaba oculto por la madera y los escombros, y con esos cascotes que teníamos debajo”.
Vía sacra de madera
Tras la intervención en este espacio de la Catedral, los visitantes o fieles que acudan a las eucaristías verán el suelo original en los latelares de la nave central y el suelo de madera únicamente en el presbiterio, la vía sacra y el coro. “Se ha condicionado también la madera de ambos espacios”, relató. Este canónigo detalla que tiene más sentido litúrgico y artístico, “queda mejor”, y el único problema que tenían, según reconoce, eran las instalaciones que ocultaban debajo de esa tarima, “y hemos procurado de una manera discreta, con una canaleta pintada del color de la piedra, llevar por los exteriores la conducción de las mismas”. Bajo su punto de vista, “el solado es más bello y concorde con la Catedral”.