La Universidad de Salamanca (USAL) ha comenzado su objetivo de realizar más de 20.000 test serológicos a sus estudiantes, profesores, investigadores y resto de personal, unos resultados que luego servirán también para avanzar en la investigación sobre las particularidades de la COVID-19.

Para ello, ofrecerá por fases a todos los integrantes de la comunidad educativa la posibilidad de hacerse la prueba, la primera de estas etapas es la ya iniciada con la recogida de sangre a docentes y resto de personal laboral del campus biosanitario.

En este periodo inicial estaba previsto que pudiesen participar unas 600 personas pero el número de beneficiarios que se han apuntado ha sido superior, por lo que los voluntarios responsables de tomar las muestras continuarán con ellos en próximas fases aunque se haya cumplido el tiempo

Así lo han dado a conocer los responsables en la Clínico Odontológica de la USAL, que se ha adaptado para albergar en ella los espacios por donde pasen los universitarios -salvo los de los campus de Ávila, Zamora y Béjar, hasta donde se desplazarán equipos para facilitar la participación-.

Luego los test se realizarán en horario de tarde en el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA), pues se trata de una iniciativa financiada por la USAL pero que cuenta también con la participación de otras instituciones y organismos como la Consejería de Sanidad o el Instituto de Investigación Biomédica, que colaboran en el proyecto científico.

El experto y decano de la Facultad de Farmacia de la USAL, Antonio Muro, ha puesto de relieve la importancia de la iniciativa, por haberse tan solo en una universidad privada de Estados Unidos y ninguna en España.

La estimación es que un 70 por ciento de la comunidad académica dé su permiso y acuda a la prueba, lo que supondrá superar los 20.000 tests en distintas fases hasta el mes de octubre, han explicado el rector de la USAL, Ricardo Rivero, la gerente de Salud de Área de Salamanca, Manuela Plaza, el gerente del CAUSA, Luis Ángel González, el director del IBSAL, Rogelio González Sarmiento, y el decano de la Facultad de Farmacia, Antonio Muro.

Antonio Muro ha explicado que lo primero del procedimiento es enviar el documento con información y para el consentimiento de la prueba, luego sigue con una encuesta y a continuación llega la toma de la muestra en las dependencias de la Clínica Odontológica de la USAL con todas las medidas de seguridad y sanitarias.

La estimación de la universidad contempla que en la primera fase pasen unos 600 profesores, investigadores y personal del PAS de las facultades y escuelas de medicina, enfermería, farmacia, biología y medioambientales, una previsión que se ha superado; y, a partir del 3 de septiembre, empezarán los controles a los alumnos de estos mismos centros, unos 5.000.

Desde entonces, según comenzasen las clases en el resto de centros, se irán incorporando el personal y los estudiantes de otros campus y especialidades, para seguir adelante con los resultados, en colaboración con el servicio de microbilogía, y, en el caso de dar con positivos y de posibles necesidades en la atención, se sumará la unidad de infecciosos de medicina interna del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.

INVESTIGACIÓN



Además, estas pruebas servirán para el análisis y el estudio de seroprevalencia, que permitirán "avanzar en el conocimiento de la enfermedad" al contar con una visión de cómo está la situación, diferencias por sectores, marcadores y detección de casos, ha indicado el gerente del CAUSA, Luis Ángel González.

Por su parte, el máximo responsable del IBSAL, el investigador Rogelio González Sarmiento, ha destacado el interés por este proyecto "tan importante", que ayudará a "obtener datos" sobre "qué paso" desde antes del confinamiento y "establecer estrategias" para el futuro.