Como ha ocurrido en otros veranos, la OSCyL sale de su sede para ofrecer conciertos en distintos puntos de Castilla y León. El formato difiere esta vez del de las ya tradicionales Plazas Sinfónicas, debido a las especiales circunstancias provocadas por la COVID-19; pero esto da la oportunidad de poder apreciar las calidad de los distintos grupos que han nacido de esta orquesta con el ánimo de ofrecer un repertorio menos habitual pero igualmente valioso.
Para comenzar, el Ensemble de Cuerdas, dirigido por el muy experto en estas lides Dorel Murgu, nos propone un repertorio admirablemente coherente gracias a tres de las obras más importantes e interpretadas para este conjunto. La Suite St Paul, de Gustav Holst (autor de Los planetas), es un alegre homenaje a la St Paul's Girl's School, institución de la que este autor fue director de música nada menos que 29 años. Por su parte, la Suite Holberg, de Edvard Grieg, es una obra basada en danzas barrocas que adelanta el estilo neoclásico que predominaría en gran parte del siglo XX.
Pero la joya absoluta de la velada es la maravillosa Serenata para cuerda de Antonín Dvořák, composición que sin duda demuestra la idoneidad del conjunto de cuerda para crear verdaderas obras maestras. Su increíble melodismo y la habilidad constructiva del compositor bohemio la convierten en un fantástico final para un concierto íntimo y a la vez extrovertido.
Las entradas para este concierto, programado a las nueve y media de la noche en el Patio Chico, están agotadas.