El Sistema de Gestión Activa de Presiones (GAP) puesto en marcha por el Ayuntamiento de Salamanca, a través de Aqualia, continúa ofreciendo unos resultados muy positivos y que superan las previsiones, pues las averías en la red de agua se han reducido un 65% entre enero y septiembre.
Según explica la concejala de Medio Ambiente, Miryam Rodríguez, durante este periodo hubo 46 roturas, el mínimo histórico, frente a las 134 del año 2017, antes de que se implantara este sistema inteligente. La reducción es superior al 40%, marcado como objetivo mínimo cuando se puso en marcha el GAP, y mejora el descenso registrado respecto al año pasado, cuando hubo 61 roturas entre enero y septiembre.
Con la implantación del GAP se aumenta en dieciséis años la vida útil de las tuberías y se disminuyen las pérdidas de agua, al regular la presión en la red cuando hay menor demanda e ir optimizándola. También propicia que se necesite producir en la estación potabilizadora menos cantidad, lo que supone un ahorro equivalente al consumo medio anual de una población de quince mil habitantes.
Además de la optimización lograda con una mayor sectorización de la red de distribución de agua, el Ayuntamiento continúa renovando las tuberías en los barrios de la ciudad. Durante el último año se han cambiado casi seis kilómetros con una inversión total en torno a 1,2 millones de euros en Garrido, Comuneros, Prosperidad, Barrio Antiguo, Arrabal. Recientemente se ha modernizado la acometida en las calles San Pablo y Vaguada de la Palma para evitar inundaciones y se ha llevado a cabo la renovación de una tubería entre la calle Saavedra y Fajardo y la Avenida de Carlos I para mejorar el abastecimiento de agua en El Zurguén y el Teso de la Feria.
De esta forma, el Ayuntamiento consigue no sólo aumentar la calidad del servicio que presta a los vecinos, mejorando la presión en los domicilios y reduciendo las molestas consecuencias de las averías en la red, sino también un menor derroche de agua, dentro de las políticas municipales de respeto del medio ambiente y para hacer de Salamanca una ciudad a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.