El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha participado este miércoles en la primera asamblea de la Red de Entidades Locales para la Agenda 2030, reafirmando así el compromiso del Ayuntamiento con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para hacer de Salamanca una ciudad a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.
Esta red integrada en la Federación Española de Municipios y Provincia (FEMP), de la que forman parte 167 entidades que representan a más de 16 millones de habitantes de España, tiene como principal objetivo favorecer la coordinación de actuaciones para promover el conocimiento, sensibilización e implantación de los ODS, promover alianzas que impulsen políticas de cohesión y ofrecer servicios de asesoramiento y formación de técnicos, además de trabajar en líneas de actuación concretas tras la crisis provocada por el COVID-19 en el intento de ofrecer una respuesta alineada con la Agenda 2030.
Salamanca parte de una situación ventajosa para lograr estos objetivos, pues ya tiene en marcha una estrategia para el desarrollo de una infraestructura verde, Savia Red Verde Salamanca; un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, cuyo objetivo es reducir al menos un 40% las emisiones de dióxido de carbono para el año 2030, un ahorro mínimo del 27% en la eficiencia energética y sustituir un mínimo del 27% del actual consumo por otro proveniente de energías renovables; y lidera el proyecto europeo ‘Ciudades Verdes Cencyl’ contra el cambio climático, en el que participan siete ciudades de Castilla y León y de la región centro del vecino país (Aveiro, Ciudad Rodrigo, Figueira da Foz, Guarda, Salamanca, Valladolid y Viseu), para elaborar una Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático.
Todo este conjunto de medidas sitúan a Salamanca, primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad con una estrategia de esta envergadura, a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático al fomentar la renaturalización de la ciudad mediante corredores e infraestructuras verdes, con la gestión de recursos hídricos, infraestructuras y equipamientos adaptados a fenómenos meteorológicos extremos, y medidas de salud ambiental en colectivos específicos.
El impulso de soluciones basadas en la naturaleza en el casco urbano permitirá mitigar las consecuencias del cambio climático, regenerando espacios urbanos que primen el espacio para el peatón y favorezcan una movilidad más sostenible, en detrimento del vehículo a motor privado. Pero, al mismo tiempo, Salamanca se sitúa entre las ciudades que construyen un futuro centrado en la sostenibilidad como principal ventaja competitiva para atraer nuevas inversiones, tanto privadas como públicas, alineadas con la transformación ecológica impulsada desde la Comisión Europea y la Organización de Nacional Unidas, lo que permitirá obtener el mayor número de fondos europeos posibles para mejorar la vida de los salmantinos.
La economía local también se verá beneficiada a través de un concepto innovador a nivel mundial, el patrimonio verde, reforzando la oferta turística de la ciudad para hacerla más atractiva y diferente a otras experiencias. Por tanto, Salamanca será una referencia verde en toda Europa al impulsar una economía circular que genere nuevos puestos de trabajo en nichos de empleo surgidos a partir del medioambiente y la agroalimentación.
Medidas concretas para la mitigación y adaptación al cambio climático
Salamanca es una ciudad comprometida con un nuevo modelo ambiental, que ha decidido enfrentar de forma conjunta y coordinada las iniciativas de mitigación y adaptación al cambio climático. Ambas iniciativas son la cara de una misma moneda: la mitigación se ocupa de la reducción de emisiones de CO2 y la adaptación de la reducción de la vulnerabilidad climática.
Por un lado, el Ayuntamiento promueve medidas de mitigación, para reducir las emisiones de CO2, a través de un Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible de Salamanca (ya en marcha), además de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible y un Plan de Ahorro Energético (en ejecución). Por el otro lado, el Consistorio promueve medidas de adaptación, para reducir la vulnerabilidad de la ciudad, mediante esta nueva Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático de Salamanca (EMACCSA).
A través del Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible, el Ayuntamiento de Salamanca está desarrollando medidas de ahorro y eficiencia energética (introducción de tecnología Led en el alumbrado público, edificios municipales sostenibles, entre otras), un mayor uso de las energías renovables, la electrificación de procesos industriales y la implementación de medidas de transporte eficientes (uso de gas como combustible del autobús urbano, autorización de puntos de recarga para vehículos eléctricos o introducción de bicicletas eléctricas en el sistema municipal de alquiler SalEnBici).
Mediante la Estrategia Municipal de Adaptación al Cambio Climático, el Consistorio fomenta la renaturalización de la ciudad mediante corredores e infraestructuras verdes (regeneración urbanística, medioambiental y sociocultural de los barrios trastormesinos con huertos urbanos, paseos, parques y pasarelas sobre el río Tormes; carriles bici hacia los municipios del alfoz; plantación de árboles en toda la ciudad y reverdecimiento de plazas en diversos barrios, entre otras medidas), además de la gestión de recursos hídricos (telegestión de riego en zonas verdes y sistema GAP para reducir las roturas de tuberías de aguas), infraestructuras y equipamientos adaptados a fenómenos meteorológicos extremos, y medidas de salud ambiental en colectivos específicos.