Salamanca pide "un compromiso similar" al de otras ciudades similares en el restablecimiento de los trenes
El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, pidió hoy al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España, José Luis Ábalos, “un compromiso similar al que ha tenido con ciudades gobernadas por sus afines” para el reestablecimiento de las frecuencias ferroviarias en Salamanca.
“Es urgente que se tomen decisiones para el reestablecimiento de conexiones ferroviarias porque sino, Salamanca se va a quedar en una situación de inferioridad con respecto a otras ciudades”, explicó Carbayo, quien afirmó que si reclama esta recuperación “no es por capricho, sino porque lo piden los usuarios del tren, que lo necesitan para su trabajo o para visitar a sus familiares, y tienen derecho a ese servicio”.
También consideró importante Carbayo el reestablecimiento de las frecuencias ferroviarias entre Madrid y Salamanca para que “cuando sea posible, los madrileños vuelvan” a la capital charra, al ser esta una “necesidad” en un momento en el que la ciudad salmantina “necesita reactivar su economía”.
Sin embargo, la respuesta recibida recientemente por Carbayo de parte del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno conlleva “malas noticias” para Salamanca, puesto que en la misiva, Ábalos “se escuda en la falta de demanda y en las circunstancias sanitarias” para no acceder a la recuperación de las frecuencias ferroviarias entre la capital charra y Madrid.
“Si este fuera el argumento, desde el minuto uno en que el presidente de su Gobierno dijo que el coronavirus se había terminado y que se había vencido, se tendría que haber puesto a trabajar para reestablecer las frecuencias ferroviarias”, ironizó el alcalde de Salamanca, para quien Ábalos “nunca lo ha hecho”.
Por ello, Carbayo criticó al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana por enviar la carta de respuesta “más de un mes más tarde de que se la enviara” el propio alcalde de Salamanca, “justo cuando arrecia la pandemia”, en un movimiento que el primer edil salmantino consideró “propio de las personas a las que les gusta jugar con ventaja, con las cartas marcadas o con las del contrario encima de la mesa”. “No es propio de un ministro”, sentenció Carbayo.