Ante la perspectiva de un Brexit sin acuerdo, tras una nueva prórroga en las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido, cada vez más empresas contemplan este escenario como una posibilidad real que implicaría “un coste demoledor” para sus operaciones comerciales por sus implicaciones aduaneras.
Así lo explica Noemí Benito, subdirectora de la Aduana de Salamanca-CITYCESA, quien ha calificado a la situación actual como el ejemplo perfecto de incertidumbre empresarial. “El entorno es tan cambiante que cualquier plan de contingencia puede quedarse desactualizado en cuestión de horas. Sin embargo, muchas empresas ya están planificando sus operaciones con la perspectiva de que, finalmente, no se llegue a un acuerdo y las reglas se fijen por lo establecido por la Organización Mundial del Comercio”.
La experta en Comercio Internacional será la ponente de la jornada técnica ‘BREXIT: Un nuevo reto para la operativa internacional de las empresas’ que se impartirá mañana, a partir de las 9:30 horas, en la Cámara de Comercio de Cáceres, en la que se repasará pormenorizadamente todos los aspectos que implican la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Esta nueva realidad supondría un sinfín de inconvenientes, especialmente para las empresas del sector agroalimentario por sus altos volúmenes de venta, que “obligarían a empezar casi desde cero sus compras y ventas con este país”: El establecimiento de aranceles, un mayor número de trámites aduaneros (documentación, permisos, homologaciones, etc), entre otros, lo que significará para las empresas más gastos y retrasos en la cadena logística, que impactarán en los márgenes con los que trabajan estas empresas.
Por ello, en este mes de diciembre se han disparado las cifras de ventas de todo tipo de productos, así como las kilométricas colas de camiones en los puertos de Dover (Reino Unido) y Calais (Francia), con el fin de aprovechar las ventajas que estarán en vigor hasta el final del periodo transitorio que acaba a final de año.
Además, obligaría a tener en cuenta cuestiones, hasta ahora secundarias, como los futuros acuerdos que firmase el Reino Unidos con países terceros. “Las empresas españolas han contado todos estos años con acuerdos preferenciales que se perderían con un Brexit sin acuerdo. Por ejemplo, las empresas del sector agroalimentario competirían en igualdad de condiciones y de manera directa con otras de Turquía, Sudáfrica, Brasil o Argentina”.
Noemí Benito ha recordado que las empresas deben estar preparadas para estos nuevos tiempos, de la mano de profesionales expertos. “En mi opinión es un error fiarlo todo a que se llegue a un acuerdo, porque la posibilidad de que no se consiga es real. Si al final sucediese nos enfrentaremos a un nuevo paradigma, en el que los expertos en comercio exterior cobrarán una gran importancia, ya que son los indicados para trabajar con una serie de condicionantes, protocolos y reglas que conocen y saben aplicar incluso en las condiciones en las que existe una gran incertidumbre como las actuales, ha puntualizado.