Stop Uranio segura que la situación de la mina de Retortillo no ha variado pese a que Berkeley "presuma de logros"
La Plataforma Stop Uranio aclara que la situación de la mina de Retortillo (Salamanca) no ha variado "mucho" en los tres últimos años, "por mucho que se empeñe Berkeley en seguir presumiendo de los logros obtenidos".
"Desde que la minera consiguió en julio de 2017 la autorización de uso excepcional en suelo rústico de la mina y planta de Retortillo (pendiente de sentencia tras nuestro recurso contencioso) no ha vuelto a obtener ningún otro permiso de consideración. Este año el ayuntamiento de Retortillo le ha otorgado una licencia urbanística parcial, pero sin poder realizar obras, por lo que se trata de una simple concesión administrativa para seguir especulando en bolsa", explica la plataforma a través de un comunicado remitido a Europa Press.
En este sentido, confirma que "recientemente" le han renovado la autorización previa de la planta, permiso obtenido hace cino años y que se le caducaba, por lo que, a su juicio, "no es un nuevo logro" a la espera del permiso importante, que es la autorización de construcción de la planta de concentrados de uranio, competencia del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico previo pronunciamiento del Consejo de Seguridad Nuclear.
En relación a los distintos procesos judiciales que hemos iniciado por el tema de la mina, el colectivo lamenta los "continuos varapalos" que van recibiendo, ya que no se les está dando la razón en ellos.
En este sentido, admiten que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León desestimó su recurso por la tala de encinas, argumentando que no era competencia del ayuntamiento de Retortillo al tratarse de acciones realizadas en terreno rústico. La Audiencia Provincial de Salamanca también archivó su denuncia contra los regidores municipales de Retortillo en la legislatura 2011-2015, cuando se inició el proyecto, al considerar que, aunque se hayan podido "enriquecer" por la apertura de la mina, pero, no implica "superar el umbral de lo típico penalmente".
A estas sentencias hay que añadir la del Tribunal Supremo que también desestima el recurso de Ecologistas en Acción por la autorización previa de la planta de concentrados de uranio.
"En definitiva, seguimos topándonos con la justicia, pero ello no nos quita las ganas de seguir intentando obtener una sentencia favorable a nuestros intereses. Así, además del contencioso de la Autorización de uso que antes señalábamos, acabamos de interponer un nuevo recurso contencioso-administrativo por la Licencia Urbanística Parcial otorgada por el ayuntamiento de Retortillo y un recurso de amparo al Tribunal Constitucional por denegarnos el derecho a la Justicia gratuita el Juzgado de lo Contencioso nº 2 de Salamanca. Vamos, que sólo nos queda acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para acabar de tocar todas las instancias judiciales posibles en nuestro país", señalan.
Para la plataforma Berkeley sigue a lo suyo, "pagando noticias" como la de que la ONU y la UE, nada menos, la premian por minería sostenible, por lo que denuncian el uso que hace la empresa minera de las instituciones para seguir "especulando" en bolsa. A la vez que recuerdan que el ayuntamiento de Retortillo sigue sin sancionar a la empresa por las obras ilegales realizadas en los años 2016 y 2017. "A este paso van a prescribir sus fechorías sin que la ciudadanía pueda ver que se sanciona a los que incumplen la legalidad", añaden.
La plataforma sigue confiada en que finalmente no se abrirá la mina y planta de Retortillo, que los que gobiernan no van a ser tan "insensibles" a sus peticiones, pero no tiene tan claro que se acabe la "pesadilla" que el colectivo "sufre" desde hace diez años, ya que, insisten, el negocio bursátil de Berkeley Minera sigue dando "réditos a más de un avispado especulador".
Por último, informan de que la situación vivida por la pandemia les impide realizar una asamblea anual en estas fechas como hacen desde 2016. "También hemos pensado que no procede una asamblea virtual, telemática, pues la mayoría de los socios no está inmerso en las nuevas tecnologías y vivimos en el mundo rural con las limitaciones de conexiones a las redes que ello conlleva", concluyen.