La situación del coronavirus en Castilla y León es dramática. Los hospitales vuelven a vivir una situación demasiado similar al drama de los meses de confinamiento. Después de diez meses viviendo con la pandemia, con tres olas, con la actual, ya registradas, parece que todo vuelve a empezar.
Con Castilla y León con récords de contagios, lo que implica una saturación de los hospitales en pocos días, que llevará a otros días más atrás al drama de muchos fallecidos, más que los 20 anunciados este sábado, el hospital de Salamanca se prepara, a fuerza de ingresos, a una reescalada nueva en sus plantas.
Y es que durante el último día, según los datos aportados por la Junta, han sido 28 los ingresos nuevos de enfermos de coronavirus, lo que ha llevado al centro a habilitar nuevas zonas para estos. La cifra, más allá de asustar por el propio número, lo hace aún más si se echa la vista atrás. Desde el 8 de abril no se vivía un día similar en lo que se refiere a ingresos diarios.
Ello se une a un día nuevamente por encima de los 400 contagios diarios, el segundo consecutivo, lo que, aludiendo a la experiencia pasada, supondrá muchos más ingresos en los próximos días, algo preocupante. Y es que, también según las cifras de hospitalizados en la provincia, ya superan los 100. En total son 102 los que se encuentran ahora en planta, más otros cinco con sospecha de poder estar infectados, a los que se suman diez más en UCI.
La cifra, de momento, es similar a lo vivido en noviembre, en una segunda ola que sí se logró controlar con cierta rapidez. Y, de hecho, ahí radica el problema de esta tercera ola. La curva ascendente sin precedentes amenaza con días peores que el último, batiendo récords de ingresos, lo que llevaría a los servicios hospitalarios a un nuevo colapso como el vivido en los primeros meses de pandemia, en los que casi se anularon el resto de servicios. Por aquel entonces, se llegó a un pico de 382 hospitalizados en planta y más de 50 en UCI. Aunque parecen números lejanos, el ritmo de ingresos hace llamar a la responsabilidad más que nunca.