La tercera ola está atacando con mucha dureza a Castilla y León y Salamanca. Durante la pasada semana se han batido récord de contagios en ambas llegando en un solo día a más de 2.800 casos y 400, respectivamente.
Ello ha obligado a tomar nuevas medidas cuya intención es verlas en un futuro próximo para evitar que sigan subiendo los contagios y se transformen, por tanto, en más hospitalizados y muertes en pocos días. Entre ellas se encuentra un nuevo cierre de interiores en la hostelería, centros deportivos y centros comerciales, y un polémico toque de queda a las 20 horas cuya legalidad sigue en entredicho.
Sin embargo, más allá de eso, lo cierto es que en Salamanca la semana ha sido de récord negativo. Más de 2.000 contagios en solo siete días con dos días por encima de 400 casos, centena nunca vista hasta la fecha en la provincia.
Para ponerlo en comparativa con otras semanas, en la anterior hubo 866 casos y en la peor de la segunda ola, por ejemplo, 1.770, entre el 24 y el 30 de octubre, ambos incluidos, precisamente la semana en la que se aprobó el toque de queda a las 22 horas. Tras esta comenzó a descender.
Ante estos datos, y dado que las medidas del cierre se implantaron el pasado miércoles, unido a las que ya existían sobre el límite de reunión o el toque de queda, que además se han endurecido, se espera que esta semana comience a verse una pequeña mejora con respecto a la semana pasada, la peor de toda la pandemia en Salamanca.