Asaja denunció este viernes el “acoso y derribo” que, a su juicio, está sufriendo el medio rural de la provincia, tras una manifestación celebrada en Vitigudino (Salamanca), por culpa de un “exceso de celo” por parte de las autoridades en el afán de “acabar con los usos de la agricultura y ganadería”.
La organización aseguró que el sector es un “gran perjudicado” y que “está a merced de determinados intereses que quieren acabar con la forma de vida en el medio rural”; lo que le hace sospechar que haya “un complot” para desprestigiar, una vez más, a un sector ya machacado por los bajos precios, el escaso valor y las dificultades derivadas del COVID-19”.
Asaja afirmó a través de un comunicado, recogido por Ical, que la presión por mejorar las cifras en tuberculosis bovina, el cambio de estatus del lobo y la convergencia en la PAC 2021-2023 suponen “un varapalo” para la ganadería salmantina.
Ejemplo del “acoso” en el que viven agricultores y ganaderos es, para la opa, la “tensa situación causada por el supuesto cierre de Vitigudino ante la prevalencia de tuberculosis bovina”. Asaja recordó que no se niega a que se tomen medidas para mejorar la sanidad animal y bajar la prevalencia, pero manifestó que “no se deben implantar normas que no tengan en cuenta el modo de trabajo en extensivo de esta comarca y provincia”, y por las que sería inviables de efectuar para los ganaderos de la zona”. De ahí, que surjan manifestaciones como las que se celebró este viernes en la localidad.
Para Asaja es este uno de los puntos que “ahoga” al sector cuando ya de por sí “está asfixiado en los bajos precios”, y en las medidas extraordinarias por el COVID-19, en las que la comercialización y transportes se han visto amenazados.
Por otra parte, la organización advirtió que los daños que produzca el lobo a la ganadería a partir de este momento serán “inevitables” y “con el visto bueno” del Ministerio de Transición Ecológica. “Asaja criticará siempre que esta decisión se haya desoído a las únicas cuatro comunidades que verdaderamente tienen problemas con el lobo, ya que aglutinan el 95 por ciento del censo español: Castilla y León, Asturias, Galicia y Cantabria”, valoró la opa.
Asaja Salamanca señaló incluso que “la mayor parte de manadas se encuentran en Castilla y León y, ante el supuesto del que al norte del Duero deje de ser el lobo una especie cinegética, las consecuencias las pagarán las regiones del sur, como Salamanca, ya que muchos de los ejemplares encontrarán su despensa particular en la cabaña ganadera que se produce en esta provincia en extensivo”.
El tercer factor objeto de sus reivindicaciones, se refiere al presupuesto de la PAC, “debido al recorte lineal del dos por ciento, al que se le suma el proceso de convergencia interna con modificación de los importes de los derechos”. Un proceso “complejo” que trata de igualar el valor de los derechos hacia la media de la región. Para Asaja, la ganadería vuelve a ser “el blanco de una ajada diana”, ya que el cambio afectará más “a las explotaciones mixtas, las intensivas, como las de vacuno de leche, ovino y caprino, y a parte de las extensivas del bovino de carne”.
“Esta convergencia se ha llevado a cabo precipitadamente, cuando podría haberse hecho en un período más largo y que los afectados no sufrieran tan drásticamente el cambio ya que no era obligatorio realizarla en este año”, según manifestó la organización.
Por ello, Asaja solicitó que “todos los agentes implicados desistan de poner más trabas a un sector que fue el primero en responder ante la pandemia y del que todos dependemos para comer”. Además, la opa reclamó a la ciudadanía a que defiendan a agricultores y ganaderos, “base de la economía de esta provincia”.