La retirada de cajeros en los pueblos es una medida de los bancos que cada día se da más en muchos pueblos, por no decir en casi todos los menores de 1.500 habitantes. En muchas ocasiones, como en el caso de Topas, los usuarios tienen que hacer más de 15 kilómetros para sacar dinero cuando se quedan sin efectivo.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Topas ha decidido llegar a un acuerdo con una empresa para instalar un cajero automático en un lateral de la Casa Consistorial. La alcaldesa de Topas, Julia Rivas, asegura que esta decisión "se hace para favorecer a los vecinos, sobre todo a los mayores, con más del 70% de la población mayor de 65 años". Además, continúa, "en el margen de beneficios también quedará una cantidad en el Ayuntamiento". El Consistorio paga cerca de 300 euros al mes por el alquiler de este servicio.
Una iniciativa que, a buen seguro, tomarán otras corporaciones municipales de la España vaciada para solucionar un problema muy serio para los habitantes de los pueblos.