El cierre de fronteras de España con Portugal se ha convertido en un impedimento para el vivir y el desarrollo económico de los pueblos de ambos lados de la frontera, como es el caso de Fuentes de Oñoro en la parte salmantina, y Vilar Formoso, en la zona portuguesa. 

Los habitantes de estos municipios consideran una "medida insostenible" para la zona y que actualmente "carece de sentido" ya que a ambos lados de la zona el riesgo epidemiológico es muy bajo, incluso nulo, tal como reflejan todos los datos sanitarios.

También levantan la voz por el "agravio" con la frontera con Francia, ya que, según refleja el Boletín Oficial del Estado del sábado 27 de marzo, quedan exceptuados del cierre fronterizo los profesionales del transporte por carretera en el ejercicio de su actividad profesional, los trabajadores transfronterizos", y aquí está la diferencia, "los residentes en zonas fronterizas, en un radio de 30 kilómetros alrededor de su lugar de residencia". Condicionante, este último, que no se permite con Portugal.

De momento, esta situación durará hasta el 17 de abril a las 00.00 horas, y esperan que no se vuelva a producir, aunque, aseguran "los daños ya están hechos".