El pleno del Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado inicialmente la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana para el cambio de protección del 'Edificio Hotel Monterrey' que permita las actuaciones que le den un nuevo uso residencial.
La medida ha contado con el apoyo de los grupos Popular y de Ciudadanos, además del concejal no adscrito Ricardo Ortiz, con la abstención de los ediles socialistas y el voto en contra de las dos representantes del Grupo Mixto, la concejal de IU, Virgina Carrera, y la integrante de Podemos, Carmen Díez.
La modificación de protección estructural a medioambiental permitirá conservar la fachada de Francisco Gil y modificar inicialmente el contenido interior para que la disposición de habituaciones por su antiguo uso de hotel pase a ser de viviendas con plazas de garaje en la parte baja.
A este respecto, tras su debate en la sesión plenaria, el alcalde, Carlos García Carbayo, ha tomado la palabra para explicar que la intención es "dar uso al edificio para que se puedan construir viviendas con una dotación razonable que puede ser la que se ha presentado", en referencia a las plazas de aparcamiento que ha sido motivo de discrepancia entre los grupos.
"Esta intervención urbanística en ningún caso va a suponer la multiplicación de plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad ni el consiguiente negocio lucrativo sobre las mismas", ha añadido el regidor municipal.
Previamente, el concejal de Fomento e integrante del PP, Daniel Llanos, y el portavoz del Grupo de Ciudadanos, Fernando Castaño, han mostrado su apoyo al cambio para dar un nuevo uso al edificio, que estaba sin actividad, y han insistido en los informes favorables de los técnicos por un grado de protección hasta ahora "excesivo e innecesariamente restrictivo" que impedía dar un nuevo servicio con el mantenimiento de su fachada.
Por su parte, el concejal del PSOE, Álvaro Antolín, ha mostrado su respaldo a dar "una segunda vida" al edificio, después de destacar el "innegable valor" de su fachada, pero ha destacado la necesidad de ser "garantistas" con el proyecto para proteger elementos que puedan ser de valor y para que las plazas de aparcamiento sean para los residentes.
El voto en contra ha sido de las ediles Carrera y Díez, quienes han hecho hincapié en el "buen estado" del inmueble, que cambiará por un proyecto en el que "no se justifica el interés general", además de criticar las plazas de aparcamiento que se prevén con la nueva actuación.