Ciudad Rodrigo también toma parte de las actividades conmemorativas del V Centenario de la revuelta comunera cuyo punto álgido fue el 23 de abril de 1521 con la decapitación de los jefes comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en Villalar. Así, la Fundación Castilla y León lleva a Miróbriga la exposición 'Comuneros 1521. Con celo de nuestro servicio', que fue inaguruada en esta tormentosa tarde de miércoles, dicen que como fue el 21 de abril de 1521, en el Palacio de los Águila, un lugar perteneciente a una familia noble de Ciudad Rodrigo que también tuvo su historia en esta contienda castellana. Una exposición que permancerá abierta hasta el 9 de mayo de 2021 antes de marchar a otra villa castellana.
El acto contó con la presencia del alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias Caridad, la delegada de Cultura, Beatriz Jorge Carpio, el director de la Fundación Castilla y León, Juan Zapatero, y el responsable de Unovinte, Arturo Balado; además, también acompañaron los concejales Laura Vicente Torrens, José Manuel Jerez y Carmen Lorenzo.
El alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias, explicó que la ciudad "merecía esta exposición, ya que tuvo relevancia y participó, de alguna manera, en este conflicto castellano". Así, recordó que la torre de la Catedral fue "desmochada" tras la caída de los comuneros, lugar donde se habían atrincherado los partidarios de los comuneros. Esta exposición, continuó el alcalde, es "importante para Ciudad Rodrigo porque está alejada de las sedes oficiales de Castilla y León, una Comunidad dispersa y que, de paso, sirva para crear sentimiento de comunidad".
El director de la Fundación Castilla y León, Juan Zapatero, realizó un repaso histórico de lo que aconteción hace 500 años, en aquella primavera de 1521 cuando las tierras de Castilla y León "fueron testigos del conflicto que cambió el signo de la historia de ciudades y villas al grito de 'Comunidad', con el desafío al emperador, que no servía a los intereses del reino". Zapatero dejó claro que los comuneros Padilla, Bravo y Maldonado "encarnan los ideales y en defensa de ellos pierden la vida, la guerra, la honra y la memoria, hasta el punto que el vencedor, los ejércitos imperiales, intenta borrarlos de la memoria colectiva".
Finalmente, recordó el director de la Fundación Castilla y León que hoy, 500 años después, "se hace un homenaje a las ideas, los ideales; hoy los aires que respiramos de valores democráticos hay que defenderlos todos los días, como los valores y memoria de los comuneros, para que el poder esté al servicio del pueblo. El movimiento comunero fue más importante de lo que se conoce".
A continuación, Arturo Balado realizó un recorrido por los paneles explicando el hilo histórico de los Comuneros, hace 500 años. Siempre recordando que Ciudad Rodrigo tiene historia, es una ciudad importante, en el oeste salmantino, y estos hechos la identifican. En el siglo XVI Ciudad Rodrigo tuvo protagonismo y esplendor arquitectónico, que hoy se puede disfrutar. Además, Miróbriga tiene muchaimportancia como plaza estratégica en la frontera con Portugal.
Ciudad Rodrigo en la revuelta comunera
Siguiendo el hilo de la exposición, durante el conflicto comunero, Ciudad Rodrigo vivió su particular enfrentamiento interno ya que la villa se encontró dividida entre partidarios de ambos bandos, realistas y comuneros. Así, la familia de los Águila se puso del lado de la monarquía, mientras que la de los Chaves y la de los Pacheco apoyaron a la revuelta comunera.
Los Águila habían consolidado su poder por el control que habían ejercido siempre sobre la frontera; un control militar y económico, además de la Alcaldía y la tenencia del castillo de Ciudad Rodrigo. Con todo, la ciudad, por las presiones populares, se suma pronto a la revuelta y desde los primeros compases se posiciona contra el rey.
Pese a su importancia, Ciudad Rodrigo no poseía representación en Cortes, como si la tenía Toro, siendo esta ejercida por los procuradores de Salamanca, algo que no gustaba a los mirobrigenses. Además, Salamanca envía tropas a Ciudad Rodrigo para forzar a Antonio de Águila a ceder el control del castillo a un tenente más claramente comunero.
En un primer momento, Antonio de Águila cede el castillo y parece posicionarse a favor de la revuelta, si bien su posición no fue muy clara y sus oponentes, Juan Pacheco y Diego García de Chaves, se habían encastillado en la catedral para oponerse a él.
Las actuaciones del Consejo Real y de Adriano de Utrecht acaban por decantar la urbe hacia el lado realista en el que se mantuvo la mayor parte del conflicto, si bien los partidarios de las Comunidades se mantuvieron encastillados en la catedral hasta el 17 de enero de 1521. Esto provocó que la torre fuera en parte demolida para inutilizarla como elemento defensio, al finalizar el conflicto.
Sin duda, una buena ocasión para conocer, de primera mano, el pasado más necesario de esta tierra que conforman Castilla y León.