La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ha firmado esta mañana en Peralejos de Abajo (Salamanca) un protocolo de colaboración con los presidentes de las mancomunidades de Vitigudino, Alfonso Castilla, y de Cabeza de Horno, Arturo de Inés, en presencia del presidente de la Diputación de Salamanca, Javier Iglesias, para el desarrollo de los programas ‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’, como paradigma del sistema de atención a la Dependencia 5.0.



Se trata de dos proyectos complementarios e innovadores, que tienen como finalidad ofrecer una alternativa a la atención en centros residenciales a personas con necesidades de apoyo, ya sean mayores, con dependencia, discapacidad o con enfermedad crónica. Estos usuarios recibirán servicios de calidad con un doble enfoque preventivo y proactivo en su propio entorno, convertido en un hogar seguro.



El esquema responde al nuevo modelo de atención centrado en la persona, que está inspirando la política social de la Junta, donde el usuario decide qué cuidados quiere recibir y es protagonista de su proyecto de vida. La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades está trasladando ya esta concepción ética de los cuidados a los más vulnerables a los centros residenciales –y así lo regulará en una futura ley autonómica– y ahora quiere implementarlo también en el ámbito doméstico.



La realidad sociodemográfica de Castilla y León, marcada por un envejecimiento acusado –donde uno de cada cuatro habitantes tiene más de 65 años– y unas condiciones de baja densidad y alta dispersión de su población –repartida en miles de pequeños núcleos rurales– obliga a buscar soluciones innovadoras a los cuidados de larga duración. Y una de ellas pasa por favorecer que las personas que quieran seguir viviendo en sus hogares puedan hacerlo con seguridad y dignidad.



Proyectos a la carta del medio rural



‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’ reúnen esas dos características. Por un lado, están diseñados para ofrecer apoyo a los cuidados en el hogar, fomentando la autonomía personal y el envejecimiento activo, y previniendo la dependencia. Por otro, son programas adaptados al medio rural, palanca para la generación de riqueza y empleo y, por lo tanto, para el anclaje de población.



En su puesta en marcha y desarrollo van a colaborar con la Junta las corporaciones locales, los proveedores de servicios, las redes de apoyo vecinal –integradas por las organizaciones de personas mayores, mujeres, jóvenes, etcétera–, las familias y cuidadores, y los propios usuarios.



El pilotaje de los dos proyectos que va a emprender la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades afectará a los 33 municipios adscritos a las mancomunidades de Vitigudino y Cabeza de Horno. En esta iniciativa se invertirán 10 millones de euros en los tres años de duración planificados, de los que 6,5 millones están asociados a la prestación de servicios, que se realizará de la mano de Asprodes-Plena Inclusión.



La previsión es atender a alrededor de 170 personas con estos programas y crear 60 viviendas en red para personas mayores y con discapacidad, y otras diez para los trabajadores que prestarán servicios en esos hogares. Se estima que se generarán 110 empleos a jornada completa.



‘A gusto en casa’



El proyecto ‘A gusto en casa’ consiste en la configuración de hogares seguros, donde los profesionales determinan el perfil de necesidades y expectativas del usuario y su nivel de riesgo, y planifican los cuidados conforme a estos parámetros.



Lo hacen a través de los paquetes flexibles de ‘servicios a la carta’, aprovechando los recursos disponibles en los centros multiservicios, tales como los programas de promoción de la autonomía personal, de asistente personal, de comedor, de lavandería o los más vanguardistas de la Teleasistencia Avanzada.



También es crucial la coordinación con los servicios sanitarios, que incluye el seguimiento programado y a demanda de los cuidados de enfermería, así como el pronóstico de la enfermedad.



La creación de estos hogares seguros parte de una adecuación de la vivienda –por ejemplo, para la adaptación de espacios sin barreras arquitectónicas– y la incorporación a la misma de las ayudas técnicas precisas para hacer de estas casas un entorno confortable.



En el modelo ‘A gusto en casa’ cobran especial protagonismo los cuidados de proximidad y el papel proactivo de los profesionales, que actúan adelantándose todo lo posible a la aparición de problemas que puedan derivar en la imposibilidad de que el usuario sea atendido en su propio domicilio.



Asimismo, el programa incluye otros servicios de apoyo a las familias y a los propios usuarios –ya sea en forma de acciones formativas, grupos de autoayuda o servicios de respiro–, y la activación del vecindario, es decir, la implicación de la comunidad con las personas mayores, procurando su participación social, su bienestar y su calidad de vida.



‘Viviendas en Red’



De manera complementaria al programa ‘A gusto en casa’ –implantado con éxito en zonas rurales de Ávila, Salamanca (en la zona de San Esteban de la Sierra), Zamora y Valladolid–, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades va a poner en marcha de forma pionera en Castilla y León el proyecto ‘Viviendas en Red’.



Está dirigido a las personas vulnerables que, aun necesitando apoyos, quieren seguir viviendo en un hogar pero no pueden hacerlo, bien porque su vivienda no reúne las condiciones arquitectónicas para permitir el desarrollo de una vida autónoma, bien porque ya no tienen una casa en propiedad en el entorno en el que nacieron o vivieron.



Dicho de otra manera, ‘Viviendas en Red’ facilita el retorno al pueblo de aquéllos que un día emigraron y ahora desean volver a sus orígenes, y llegar al final de su vida en un hogar, arropados por su entorno.



Para hacer esto posible, la Junta plantea una intervención arquitectónica sobre inmuebles construidos y en desuso en el medio rural, con pequeñas rehabilitaciones que garanticen dos premisas: una eficiente prestación de servicios de proximidad a los mayores para que puedan disfrutar de una vida lo más autónoma posible y su inclusión y la de los profesionales que los apoyan en la vida comunitaria del municipio.



Peralejos de Abajo será uno de los municipios participantes en el pilotaje de este proyecto innovador. Allí está prevista una intervención sobre las casas municipales –visitadas esta mañana por la consejera Isabel Blanco–, que se conectarán mediante una red de servicios tecnológicos y de profesionales, volcados en la atención y protección de los más vulnerables.



El proyecto ‘Viviendas en Red’ configura, por lo tanto, casas inteligentes, inclusivas y confortables, donde sistemas de inteligencia artificial y emocional, dispositivos y ayudas técnicas, y la intervención preventiva y proactiva de los profesionales se combinan para procurar cuidados permanentes a personas mayores, con discapacidad o dependencia fuera de un centro residencial. Éste es un ejemplo más de atención a la Dependencia 5.0, que supone introducir otro elemento de modernidad en el sistema de Servicios Sociales de Castilla y León.



De acuerdo con las características del programa ‘Viviendas en Red’, se ha definido que la oferta mínima de casas por localidad debe garantizar una ocupación permanente no inferior a 10 usuarios, fijándose en 100 plazas el número máximo por comarca. Las viviendas deberán ser de titularidad de la entidad local y las que sean objeto de rehabilitación o de nueva planta quedarán afectadas para este uso para los próximos 30 años.



Visita institucional a Vitigudino



Con anterioridad a la presentación de estos dos nuevos programas sociales en Peralejos de Abajo, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades ha realizado una visita institucional a Vitigudino, donde ha mantenido una reunión con la alcaldesa, Luisa María de Paz, acompañada por el presidente de la institución provincial.



Isabel Blanco ha conocido de primera mano las necesidades del municipio y ha compartido con la regidora los numerosos recursos y programas que ofrece su departamento en las áreas de protección y atención a los más vulnerables, apoyo a la mujer, a la juventud y a la infancia, entre otros.



Precisamente en lo que respecta a este último campo, la consejera ha animado a la alcaldesa a solicitar la celebración del Programa Conciliamos en su municipio, aprovechando su extensión a cualquier localidad que lo reclame con independencia de la población que tenga. Cabe recordar que este servicio ofrece atención lúdica a niños de entre 3 y 12 años en periodos vacacionales mientras sus padres trabajan, facilitando así que puedan compatibilizar sus tareas profesionales con el cuidado de sus hijos.