Rehabilitar una plaza y arreglar sus desperfectos no parece un cometido especialmente complicado para cualquier ayuntamiento. De hecho, los consistorios acostumbran a consignar siempre en sus presupuestos anuales partidas para la remodelación y la mejora de sus plazas y calles. Sin embargo, en algunos casos la diferencia de criterios entre los responsables políticos y las opiniones de la ciudadanía se convierten en obstáculos casi infranqueables y el arreglo de estos espacios urbanos acaba demorándose en el tiempo.
En la capital salmantina hay un caso clamoroso de lo que significa todo lo anterior. Se trata de la plaza de Los Bandos, situada en pleno centro de la ciudad y muy cerca de la emblemática Plaza Mayor, el símbolo internacional por excelencia de Salamanca. Han transcurrido ya cinco lustros desde que en el año 1996 se planeara el primer proyecto de transformación de la plaza. Y, sin embargo, desde entonces, prácticamente no se ha movido una baldosa. Son 25 años de tentativas frustadas y de polemicas ciudadanas que han marcado la evolución de este ágora monumental durante este periodo.
Aparcamiento subterráneo y primera polémica
Hay que remontarse al año 1996 cuando el entonces alcalde de la ciudad, Julián Lanzarote Sastre, abanderó ante la opinión pública el controvertido polémico de construir un aparcamiento subterráneo en Los Bandos. Colectivos ciudadanos y sociales de la ciudad se mostraron totalmente contrarios, así como la oposición socialista. La formación ecologista Los Verdes fue una de las más activas en la protesta popular y, finalmente, el asunto trascendió el mero ámbito local salmantino y acabó ante las instancias de la UNESCO, dado que el casco histórico de Salamanca está bajo protección por esta organización internacional al tratarse de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Finalmente, el alcalde Julián Lanzarote acabó renunciando a esta iniciativa y el proyecto del parking subterráneo acabó en aguas de borraja.
Varios lustros después y durante la gestion de Alfonso Fernández Mañueco al frente de la Alcaldía de Salamanca, el Consistorio decidió retomar la vieja aspiración de remodelar la plaza de Los Bandos. Fue el 11 de octubre de 2016 cuando el regidor municipal presentó oficialmente el nuevo proyecto de restauración de Los Bandos. La propuesta suponía una profunda transformación de la plaza y permitía al mismo tiempo liberarla del tráfico y de los aparcamientos en batería de sus laterales. Sin embargo, el proyecto se encontró con la rápida respuesta contraria de la oposición. El PSOE aseguró que se imponía el granito sobre el mármol. En parecidos términos se posicionó la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, que advirtió de que si el proyecto seguía adelante, se eliminarían muchos de los árboles de la plaza. Es decir, perdería zonas verdes y ganaría asfalto. Pese a que el Ayuntamiento desmintió esta visión, finalmente el proyecto languideció y en el año 2017, sorprendemente, el proyecto presentado no contaba con ninguna partida específica para iniciar la obra.
El proyecto del año 2016 quedó inicialmente descartado y el Ayuntamiento, vista la oposición vecinal, decidió constituir una comisión interna, con representación de los diferentes grupos municipales, con el fin de intentar alcanzar un consenso con vistas a la elaboración de un nuevo proyecto de reforma de Los Bandos. La comisión fue presidida por el concejal de Ciudadanos, Alejandro González Bueno, quien desde el primer momento quiso contar con las opiniones de diferentes organismos, como la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Cultura y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
La comisión se reunió en varias ocasiones y fruto de esos debates surgió una nueva estrategia: que fueran los propios ciudadanos los que opinaran sobre cómo debía ser el futuro aspecto de Los Bandos. Es decir, se abrió un buzón de sugerencias y propuestas ciudadanas en la página web del Ayuntamiento a través de la sección ‘Proyecta tu plaza’. Cerca de un centenar de propuestas fueron incorporadas por el Ayuntamiento, que llegó a la conclusión que esas ideas diferían claramente del proyecto que presentó el alcalde. Por eso, el presidente de la comisión, Alejandro González Bueno, anunció que dicho proyecto quedaba aparcado de forma definitiva y que comenzaría a trabajar a partir de uno totalmente nuevo, que pivotaría en torno a dichas propuestas ciudadanas.
Todo eso fue en la anterior legislatura. El Ayuntamiento ha anunciado que volverá a reunirse el grupo de trabajo para la reforma de Los Bandos, pero hasta el momento no ha trascendido ante la opinión pública ningún resultado tangible. Y es que, como llegó a declarar el pasado año el alcalde Carlos García Carbayo, “por desgracia, todo lo que afecta a la plaza de Los Bandos no se decide de un día para otro”. Eso sí, cuando el alcalde ha sido preguntado por los periodistas sobre esta asignatura pendiente del urbanismo salmanino, sí esbozó algunas de las líneas directrices que definirán la restauración a desarrollar. Fue en julio de 2019, cuando Carbayo avanzó que se acometerían mejoras en la accesibilidad y en las redes de agua, además de una posible ampliación del espacio peatonal, la incorporación de más vegetación y la incorporación de alumbrado artístistico. “Presentaremos -sentenció entonces- un plan para, de forma definitiva, desbloquear la reforma de la plaza de Los Bandos”.