La concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Salamanca, Ana Suárez, ha entregado los certificados de aprovechamiento del itinerario formativo ‘Sobrecarga en las tareas del cuidador: prevención del estrés’.
Se trata de una las acciones que contempla el Proyecto POR + Salamanca, cofinanciado por el Fondo Social Europeo y el Ayuntamiento de Salamanca, cuya finalidad es la orientación, formación y cualificación profesional, a través de itinerarios individualizados de inserción. Está destinado a personas pertenecientes a colectivos con dificultades de inserción laboral para la mejora de su empleabilidad y de su situación como cuidadoras profesionales o cuidadoras en el entorno familiar.
El curso, con una duración de 50 horas, se ha desarrollado entre el 7 de junio y el 14 de julio de 2021, superándolo de manera satisfactoria 17 personas, todas ellas mujeres, con edades comprendidas entre los 25 y los 61 años. De ellas, 8 se encuentran en situación de desempleo de larga duración.
Durante la entrega de diplomas, Ana Suárez ha manifestado que “seguirnos apostando por la formación de calidad vinculada a sectores en los que actualmente existe demanda de trabajadores. El cuidado a personas dependientes, sea formal o informalmente, es una actividad con gran demanda en la actualidad y junto a la formación para dominar esta no hay que olvidar la formación para cuidar a los cuidadores”.
Modalidad de teleformación
La acción formativa se ha llevado a cabo en modalidad teleformación a través de la plataforma del Centro de Formación y Orientación Laboral (CEFOL), https://eformacion.aytosalamanca.es/, y es una herramienta de formación continua para las personas que quieren ampliar sus conocimientos en alguna de las familias profesionales en las que se agrupan los diferentes Certificados de Profesionalidad del catálogo de formación del Proyecto Por + Salamanca.
En la acción formativa, a través de los diferentes módulos, se ha aprendido a reconocer los sentimientos y a identificar las causas de la frustración en la persona cuidadora, a identificar las fuentes de tensión, a valorar la importancia del cuidado y el autocuidado, y a aprender a trabajar el duelo o la pérdida de las personas a las que cuidamos.