Más de 5.000 personas han sido atendidas ya en el nuevo hospital de Salamanca desde que se puso en marcha la actividad en la nueva infraestructura con el traslado de las primeras unidades a finales del pasado año. El nuevo hospital tiene 87.000 metros cuadrados de superficie y ha supuesto una inversión de 290 millones de euros, por lo que se trata de la inversión más cuantiosa que se ha realizado en Salamanca a lo largo de las últimas décadas.
De estos 290 millones, 210 corresponden propiamente a las obras del colosal edificio, mientras que los 80 millones restantes han permitido sufragar el equipamiento. La primera fase del nuevo hospital ya es una realidad y se encuentra culminada y finalizada, tal como quedó patente en la visita que realizó a sus dependencias la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, el pasado 27 de julio.
A finales del pasado año arrancó el traslado de las primeras unidades del viejo Hospital Clínico al nuevo complejo hospitalario. A partir de ahí prosiguió y a lo largo de todos meses se fueron trasladando más servicios, como son los casos de Anatomía Patológica, el Hospital de Día Onco-Hematológico, la Central de Esterilización, el Laboratorio Unificado, la farmacia para pacientes externos, Rehabilitación, Oncología Radioterápica y la Cocina Central. Todos estos servicios y departamentos ya están plenamente operativos en su nuevo emplazamiento.
Previsiones
¿Qué está sucediendo durante este mes de agosto?. Los responsables hospitalarios ya han dejado claro que agosto no será un mes inhábil en este sentido, dado que se está aprovechando para continuar moviendo equipos y soportes, todo ello con el fin de garantizar la actividad de los demás servicios en septiembre. De hecho, septiembre va a ser un mes fundamental en la particular cronología del nuevo hospital salmantino, dado que se acometerá la fase dos, que incluye entre otros aspectos uno de especial interés, como es el traslado de los servicios situados actuamente en el Hospital Virgen de la Vega. Al mismo tiempo, coexisitirá el antiguo complejo universitario con el nuevo. De todos modos, el Clínico tiene los días contados, porque la decisión sobre su futuro está tomada desde hace mucho tiempo, como será el derribo del inmueble. No está claro, en cambio, lo que sucederá con el Hospital Virgen de la Vega, dado se trata de un edificio que cuenta con nivel de protección. Eso sí, se da prácticamente por seguro que el Virgen de la Vega será entregado a la Tesorería General de la Seguridad Social, aunque su futuro uso no está decidido por el momento.
De hecho, la intención del Sacyl es que tras la demolición del Clínico se pueda construir en dicho emplazamiento el edificio de Consultas, donde se ubicarán gabinetes, aulas, un salón de actos, el hospital de día psiquiátrico y algunos de los dormitarios del personal de guardia.