La organización agraria Asaja de Salamanca prevé numerosas pérdidas, no sólo económicas sino productivas, que podrían suponer numerosos perjuicios para los regantes y cultivadores de maíz si cumplen con los nuevos requisitos de la PAC y si este próximo mes de septiembre, en las negociaciones, no se defiende lo que consideran “una política agraria con mayúsculas”.
Explican en nota de prensa que uno de los motivos principales de las pérdidas es la imposición en la condicionalidad reforzada de la rotación de cultivos, además de prácticas en los ecoesquemas que suponen “serias dificultades para acceder a los mismos”. Por ello, desde la organización agraria piden al Gobierno que facilite una condicionalidad reforzada basada en la diversificación y unas prácticas de ecoesquemas que permitan mantener la rentabilidad de las explotaciones de herbáceos, entre las que se incluyen las que pueden ser las más afectadas por esta propuesta de reforma como las explotaciones de regadío.
Desde Asaja Salamanca, se pone de manifiesto que agronómicamente “no se ha constatado ningún daño en la productividad por no hacer rotaciones en este cultivo y que su ciclo vegetativo dificulta enormemente la inclusión de otros en rotación”. Además detallan que estos cultivos alternativos “serían menos rentables y generarían excedentes que no podrían ser adsorbidos por el mercado”. Por sus características, el maíz no permite la rotación; aproximadamente, entre un 50 y un 80 % de la superficie se repite y, en algunos casos, llega al 100 %.
Los agricultores salmantinos entienden bien este cultivo, que no requiere de maquinaria fuera de lo convencional y del que se obtienen buenos rendimientos; en torno a los 13.000 kg/ha, muy por encima de la media mundial (situada en torno a los 8.000 kilos). Se cumplen estrictamente todos los requisitos medioambientales que implica la actual normativa y se usa un bajo porcentaje de fitosanitarios. Salamanca aglutina unas 17.500 has de maíz de un total de 41.000 has de regadío que hay en la provincia, lo que supone el 43 por ciento. En las zonas de canal, este porcentaje puede aumentar incluso al 75 por ciento. Además, Salamanca es la tercera provincia de Castilla y León, tras León y Zamora, con mayor número de hectáreas dedicadas a este producto. Cabe recordar que España es deficitario en la producción de maíz y que es un alimento básico para las producciones ganaderas.
Afirman que, “de perder hectáreas dedicadas al maíz, las alternativas actuales son escasas”, sobre todo por su ciclo biológico, que obliga a cosecharse incluso en los meses de enero o febrero, lo que impide incluir en la rotación un cereal de invierno, que además su rentabilidad sería menor. Las patatas no servirían como alternativa vista su inestabilidad en los precios y los altos costes de producción. Tampoco sería viable la remolacha puesto que las labores solapan con la cosecha de maíz. Y el girasol no es rentable por el tipo de suelos. Por tanto, concluyen, “cualquier modificación derivada de la reforma de la PAC que implique la rotación de la superficie de maíz perjudicará gravemente los intereses de nuestra provincia”.