Las excavaciones arqueológicas que se desarrollan en el Cerro de San Vicente de la capital salmantina están generando hallazgos absolutamente sorprendentes, como el reciente descubrimiento de un amuleto egipcio que "tiene una antigüedad, como mínimo, de 2.600 años", según revela, en declaraciones a El Español-Noticias de Castilla y León, el arqueólogo municipal Carlos Macarro, quien encabeza junto con el investigador de la USAL, Antonio Blanco, y la también arqueóloga Cristina Lario, el equipo que está llevando a cabo las pesquisas arqueológicas en el paraje que acogió el primer asentamiento poblacional que tuvo la ciudad de Salamanca. Forma parte también del equipo el doctor en Historia y Arqueología, Juan Jesús Padilla.
Carlos Macarro explica que el amuleto ha sido localizado en "el interior de una casa especialmente significada" dentro de aquel primer asentamiento , dado que los estudios arqueológicos y antrológicos apuntan a que se trataba de la casa de un patriarca o un hombre de especial peso dentro de aquella primitiva estructura social. "En la casa de este gran señor había molinos y bancos corridos en su interior", detalla Macarro.
Se sabe que Salamanca ha estado habitada desde la Edad de Hierro. Aproximadamente, este periodo está datado entre los años 900 y 400 antes de nuestra era y ya entonces en el Cerro de San Vicente había una ciudad amurallada. En la actualidad, es el sector más antiguo que se mantiene de la ciudad. Es precisamente en el centro de este poblado prehistórico donde se localizaba una construcción circular, en la que se sospecha que vivía este gran señor o patriarca de aquel poblado antiguo y donde ha aparecido el amuleto egipcio.
Además, en torno a esta casa poblacional había otras construcciones habitacionales —presumiblemente de sus familiares— que se alzaron hace 2.500 años. El poblado estaba compuesto por edificaciones de adobe: casas (tanto circulares como rectangulares) presididas por un hogar central y un banco corrido en su interior, que medían, aproximadamente, 30 metros cuadrados. Su reducido tamaño hace pensar a los expertos que se trataría de viviendas conyugales (ocupadas por una pareja y su descendencia).
La madre de todos los faraones
"El amuleto que hemos encontrado está dedicado a la Diosa Hathor", indica el arqueólogo. De hecho, Hathor está catalogada como la madre de todos los faraones. "Calculamos que como mínimo el amuleto tiene unos 2,600 años de antigüedad". Hay que tener en cuenta que el amuleto llegó a una casa que data del siglo VI antes de Cristo, pero la antigüedad de esta baratija puede ser mucho mayor pudiendo alcanzar incluso los 3.000 años. A la Diosa Hathor le encomendaban asuntos relacionados con el amor, la fertilidad y la política, De hecho, era una Diosa que se caracterizaba por ser especialmente vengativa, según atestiguan los especialistas y estudiosos del Egipto antiguo
A pesar de ser estructuras de adobe, han resistido el paso de los milenios sin daños mayores. Los arqueólogos sostienen que el sitio tenía cuartos conyugales y otras recámaras familiares. Sin embargo, la actual excavación se ha centrado en la casa del patriarca, que constaba de un enorme hogar central con forma trapezoidal, que recuerda a una piel de toro extendida de connotaciones tartésicas. Tras un fuego ceremonial, fue quemada de forma intencionada y en el contexto de un ritual propio de aquellos tiempos. Los investigadores están seguros de que el amuleto de Hathor perteneció a este gran señor de la Edad de Hierro. Los molinos encontrados podrían ser un indicio de la celebración de comidas comunitarias, en las que este patriarca o gran señor se reuniera con sus súbditos.
Asimismo, se asume que fue un hombre poderoso por los artículos que se han encontrado en su casa. Muchos de ellos son de importación, lo que sugiere contacto con las culturas del Mediterráneo. Entre ellas, los fenicios y posiblemente los mismos egipcios. Además del amuleto de Hathor, se encontraron cuentas de collar y trozos de cuencos potencialmente venidos del Nilo. "El amuleto lo hemos encontrado en este contexto con más piezas", apunta Carlos Macarro, quien sostiene que fueron "los flujos comerciales" protagonizados por los fenicios los que acabaron traslando el amuleto egipcio hasta Salamanca, nada más y nada menos que a 5.000 kilómetros de distancia.
Recuperación del cerro
La colaboración conjunta de la Universidad de Salamanca con el Ayuntamiento está haciendo posible estas excavacaciones con tan sorprendentes descubrimientos, todo ello con el indispensable apoyo de la Junta de Castilla y León. De forma paralela a las excavaciones arqueológicas que desarrollan estos investigadores desde hace años y en diferentes fases, el Ayuntamiento prosigue con su proyecto de recuperación del Cerro de San Vicente como lugar de esparcimiento ciudadano y como objetivo turístico y museístico. De hecho, el el Cerro de San Vicente está siendo objeto de excavaciones desde el año 1990. En el 2006 se realizaron trabajos que dejaron a la vista el caserío principal, que actualmente es visitable. Pero en este 2021 la nueva campaña de excavaciones se ha centrado en la casa de este gran señor o patriarca de la Edad de Hierro, donde ha sido localizado el amuleto.
Carlos Macarro también apunta otro dato especialmente llamativo a la hora de contextualizar este descubrimiento en Salamaca, como es la aparición de numerosas "piezas orientalizantes" en el eje formado por la Vía de la Plat.
El amuleto de la Diosa Thor, como las otras piezas que están apareciendo en las excavaciones, será depositado en el Museo de Salamanca y podrá ser contemplado por el público.