El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, habla para EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León sobre las ‘no fiestas’ recién concluidas, como también de la actualidad local en la que, además, no podía faltar el tema del idioma español, las relaciones con la Junta de Castilla y León, e, incluso, de la nueva apuesta ‘en verde’ de la ciudad de Salamanca.
P.- Ahora que ya han pasado las ‘no fiestas’ de Salamanca, ¿más tranquilo? ¿Temió que hubiera un desmadre juvenil?
R.- Siempre he sido contrario a culpar a los jóvenes. Salamanca es una ciudad que los acoge y que los necesita aquí. No solo estamos encantados de recibir a jóvenes de toda España y del mundo. Trabajamos para que se queden. La enorme mayoría de los jóvenes ha colaborado y ha sido responsable, porque de lo contrario no estaríamos ahora en la situación de clara mejoría en la que estamos. En cualquier caso, nosotros preferimos prevenir que curar, y colaboramos con las universidades en esa línea. Las situaciones indeseables han sido muy puntuales en Salamanca, no solo en la semana de ferias, sino durante todos estos meses de pandemia.
P.- La pandemia ha puesto a prueba a todas las Administraciones públicas. Transcurrido ya lo peor, con la mayor parte de la población vacunada, ¿está satisfecho con la gestión que se ha realizado desde el Ayuntamiento de Salamanca?
R.- Las administraciones nunca pueden darse por satisfechas. Sí estoy orgulloso de que el Ayuntamiento de Salamanca haya sido el primero en España, capaz de tener un acuerdo unánime de todas las fuerzas políticas para responder a las necesidades de las personas, y para minimizar el impacto de esta crisis sobre nuestro tejido productivo. Hemos estado a pie de calle, escuchando a todos los sectores, y transformando sus propuestas en medidas prácticas. Huimos de los efectismos. Buscamos la eficacia. Ante un reto de esta magnitud, me resulta más absurdo que nunca creer que uno tiene todas las respuestas. La colaboración, el diálogo y el acuerdo no son opcionales.
"Arrepentirse es una pérdida de tiempo"
P.- ¿Algo de lo que se arrepienta o que hubiera realizado de otra manera?
R.- Arrepentirse es una pérdida de tiempo. En la gestión hay que analizar la evolución de las decisiones, con humildad y con sentido común, y corregir con rapidez lo que no da los resultados esperados. Lo hicimos con el propio pacto político al que me he referido antes. Lo firmamos en mayo, y en diciembre volvimos a sentarnos con resultados en la mano, para mejorar las medidas iniciales y para incorporar otras nuevas, que dieran respuesta a los cambios continuos, que están asociados a este escenario de pandemia.
P.- En estos meses, las consecuencias de las medidas sanitarias han tenido un importante efecto sobre el sector servicios de la ciudad, principalmente la hostelería. ¿Con quién concuerda más Carlos García Carbayo, con las políticas de Igea o con las de Ayuso?
R.- Todos los sectores han tenido que hacer grandes sacrificios. No me cabe duda de que, tanto para Igea como para Ayuso, proteger la vida de las personas ha sido y es prioritario. A partir de ahí, no se pueden hacer comparaciones superficiales. Castilla y León no es Madrid. Somos una comunidad autónoma con un territorio amplísimo, con una población envejecida y dispersa. Lo que funciona en Madrid no tiene necesariamente por qué funcionar en otras regiones. Hemos ido dando pasos, cada uno conforme a su realidad, y Madrid y Castilla y León estamos llegando al mismo punto, que es la recuperación progresiva de la normalidad.
P.- Dentro del sector servicios, el turismo idiomático es fundamental. EL ESPAÑOL es la cabecera de este diario digital, plural y libre, y Salamanca la Ciudad del español, aunque hay quienes quieren arrebatarle esa hegemonía.
R.- No somos los dueños del español, pero siempre hemos sido un muro de contención en defensa de nuestra lengua común, y hemos demostrado, de sobra, que aquí la enseñanza del español tiene solvencia y prestigio. No asumimos la competencia como amenaza, sí como un reto para superarnos.
P.- En realidad, ¿cuál es la ‘Capital delelelelelelel español’? ¿Madrid, Salamanca… o alguna otra que anda detrás de ese importante sector del turismo idiomático?
R.- El turismo idiomático es una fuente de ingresos. Aquí llevamos años sabiéndolo y trabajando para difundir nuestra marca de ‘Ciudad del Español’. No podemos culpar a otros de haberse dado cuenta de que el español es más que el idioma que nos une a millones de personas en el mundo. Es un producto que en Salamanca se cuida con mimo y con la excelencia que da la experiencia. Recibimos al 70% del total de alumnos extranjeros de español que llega a Castilla y León. Antes de la pandemia, venían más de 35.000 al año. No estamos dispuestos a ceder nuestra posición preferente y meteremos los codos. La competencia solo nos hace mejores.
P.- ¿Qué le parece esa Dirección General del Español en la Comunidad de Madrid, con Toni Cantó al frente, para promocionar, dicen, el español?
R.- Como decía antes, Madrid está en su derecho de buscar su nicho en el mercado del español. Es nuestra obligación seguir trabajando con inteligencia para no retroceder posiciones. No estamos en el frentismo. Los nexos entre Salamanca y Madrid son evidentes, y estoy seguro de que, desde la inteligencia, seremos capaces incluso de beneficiarnos de los movimientos que hagan otros territorios a favor de potenciar la marca del español.
P.- Salamanca mira al futuro, pero también atesora un pasado patrimonial y cultural único en el mundo. ¿Volverá el turismo a batir récord tras récord como antes de la pandemia? ¿Qué está haciendo el Ayuntamiento para conseguirlo?
R.- No me cabe duda de que las cifras de récord volverán. En julio ya estábamos ante la recuperación del 70% de visitantes que registramos en julio de 2019. Somos una potencia turística. Desde el Ayuntamiento, en colaboración permanente con los sectores, hemos desplegado medidas económicas para favorecer la liquidez de las empresas; medidas tributarias para aliviar sus cargas y proteger el empleo; ayudas para la adaptación de los negocios a las exigencias de las medidas sanitarias… Y también hemos impulsado políticas de atracción de visitantes, como el programa ‘2x1’ en hoteles que, desde su puesta en marcha, ha supuesto casi 2.000 habitaciones reservadas y 4.000 beneficiarios.
P.- Ese tira y afloja en el gobierno de la Junta de Castilla y León ha abierto las especulaciones sobre unas posibles elecciones autonómicas durante los próximos meses. De llegar a celebrarse, ¿cree que afectarán a las relaciones entre PP y Cs en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Salamanca?
R.- El Gobierno de Salamanca es un gobierno cohesionado. Nos une la ciudad. Trabajamos muy a gusto. Un gobierno de coalición está expuesto a que se elucubre sobre su unidad. Cuando la moción de censura en Murcia, nos planteaban la misma pregunta, y ni antes ni ahora hemos permitido que el ruido nos distraiga de nuestro objetivo común, que es hacer aquello que entendemos que es mejor para los salmantinos.
"El gobierno de Salamanca es un gobierno cohesionado"
P.- ¿Qué resultado hace de esta mitad de mandato tan diferente en todos los sentidos?
R.- Nadie podía imaginar que nos iba a tocar lidiar con una pandemia mundial, pero uno no elige las circunstancias. Hemos tenido que adaptarnos para garantizar respuestas en tiempo récord, y lo hemos hecho sin renunciar a los grandes proyectos de ciudad que teníamos diseñados. No tenemos esa frustración. Seguimos avanzando en políticas clave para complementar el modelo productivo de Salamanca. Buscamos nuestro espacio en la industria del conocimiento, en la economía verde y circular, en la lucha contra el cambio climático, y en el desarrollo de una ciudad que integre a su río y a todos sus barrios, que continúan su proceso de modernización. Y seguimos fortaleciendo nuestras políticas sociales, con programas pioneros, como ‘Salamanca Acompaña’, para las personas mayores que se sientan solas; o el proyecto ‘Edades’, para la detección precoz del deterioro cognitivo y el Alzheimer.
P.- Ahora es el momento de la recuperación económica. ¿En qué punto se encuentra Salamanca?
R.- Salamanca no parte de cero en esta carrera. Somos una Ciudad Patrimonio de la Humanidad, con una Universidad con ochocientos años de historia. Contamos con unos centros de investigación punteros, y hemos aprovechado este tiempo para seguir avanzando en la diversificación de nuestras fuentes de ingresos. La ciudad está preparada. Lo que sí necesitamos es que el resto de administraciones nos acompañe. Seguimos echando en falta que el Gobierno de España tenga en cuenta a los ayuntamientos y reconozca, con más fondos, el papel protagonista que tenemos para la reactivación económica.
P.- La pandemia ha abierto muchos debates. Uno de ellos, sobre el modelo de ciudad. ¿Cuál debe ser el futuro de Salamanca? ¿En qué está trabajando el Ayuntamiento para conseguirlo?
R.- Estamos precisamente ejecutando las obras de urbanización de 120.000 metros cuadrados de suelo industrial en el sector Peña Alta, a los que el año que viene sumaremos una superficie igual. Y también estamos impulsando el proyecto de la plataforma logística intermodal, para ofrecer soluciones a las empresas. Lógicamente, estos desarrollos los acompañamos con políticas para la atracción de empresas. Ya hemos dado la bienvenida a proyectos empresariales de primer nivel, y quedan otros por venir. Además, exploramos nuevos ámbitos, ligados a nuestras potencialidades, como el sector sanitario, para abrirnos a nuevos mercados, sin descuidar aquellos en los que estamos consolidados, y a los que apoyamos para su modernización con ayudas y con formación.
P.- ¿El nuevo sector industrial en Peña Alta y la Plataforma Logística pueden convertir a Salamanca en el Silicon Valey del oeste ibérico?
R.- Las infraestructuras son imprescindibles para ganar terreno en el nuevo mercado empresarial, pero hay que darles sentido con otras políticas. Nuestra colaboración con las universidades es fundamental en este sentido. Se trata de que el conocimiento que genera se transfiera al tejido productivo, para que alcancemos esa posición apropiada a la que aspiramos. Apoyar a los jóvenes talentos, atraerlos a Salamanca y contribuir para que las ideas se transformen en empresas, son otras cosas en las que nos empleamos para que la industria del conocimiento sea más que una aspiración.
P.- Para esa recuperación económica es fundamental unas buenas conexiones. Ha reivindicado en numerosas ocasiones al Ministerio de Fomento que restablezca las frecuencias ferroviarias, sin éxito hasta el momento. ¿A qué está dispuesto el alcalde de Salamanca para conseguirlo?
R.- Antes de la pandemia estábamos en el debate de ampliar, al menos una en cada sentido, las frecuencias ferroviarias con Madrid. Y ahora estamos hablando de que se nos devuelva lo que es nuestro. No tiene sentido que el Gobierno de España se escude en una supuesta falta de demanda para revertir los recortes en nuestras frecuencias. Si la oferta no es buena y no da respuesta a las necesidades reales de los viajeros, inmediatamente el servicio se devalúa. Las conexiones ferroviarias nos han costado muchos millones a todos los españoles, y son esenciales en esa lucha contra el cambio climático, que se supone que es prioritaria para el gobierno central y para Europa. Recuperar lo que teníamos es un asunto de ciudad, y todos los sectores económicos, sociales y políticos de Salamanca estamos unidos en esta reivindicación, por lo que no se trata de lo que haga el alcalde. Los salmantinos sabemos defendernos. Somos leales a España, pero no somos menos que nadie. Estamos escuchando inversiones millonarias allí donde las reclaman los socios de Sánchez, y aquí no vamos a conformarnos con tener la mitad de lo que teníamos.
"El tren es una muestra de que nos quitan"
P.- ¿Está cumpliendo el Gobierno de España con Salamanca?
R.- El tren es una muestra de que no solo no nos dan, sino que además nos quitan. Llevamos años esperando obras que no llegan. Año tras año vemos como se quedan sin ejecutar partidas. Parece que los presupuestos para Salamanca son papel mojado. Salta a la vista que no estamos recibiendo por parte del Gobierno de España el trato que merecemos.
P.- ¿Y la Junta de Castilla y León?
R.- La Junta de Castilla y León está demostrando ser una administración cercana. Después de una larga espera, ahora vemos por fin ese nuevo hospital con pacientes, y con una dotación de equipamiento del más alto nivel. Y está la obra de la nueva residencia de mayores, que será puntera en la región. Hay compromisos, como los nuevos centros de salud, que siguen esperando y a los que no vamos a renunciar. Pero nos sentimos acompañados por el gobierno de Alfonso Fernández Mañueco.
P.- Quedan dos años por delante de un mandato cuyo final se antoja intenso, tanto en lo político como en la gestión diaria de la ciudad. ¿Cuáles serán sus principales objetivos?
R.- El principal objetivo es que la ciudad recupere completamente el pulso y, paralelamente, seguir trabajando para que Salamanca sea un referente en el desarrollo de iniciativas empresariales, en logística y en investigación e innovación. Aprovechando, para ello, los fondos europeos e impulsando la Estrategia de Infraestructura Verde, mientras culminamos el ambicioso programa de inversiones productivas que nos hemos marcado hasta 2023.