El procurador del Común, Tomás Quintana, apeló este miércoles en Salamanca a “la fuerza de convicción” de las resoluciones emitidas por la institución para lograr que los políticos hagan “más caso”. De este modo, Quintana trató de exculpar a los responsables públicos sobre la falta de vinculación de las recomendaciones aportadas y las medidas efectivas, informa Ical.
“Yo intento que cada vez nos hagan más caso, pero no solamente echo la culpa a los políticos, que se seguramente la tengan, sino también depende de la fuerza de convicción que tengan nuestras propias resoluciones”, afirmó en este sentido. Según recordó, el procurador no se pronuncia con efectos vinculantes, sino que traslada su parecer con la única fuerza de la convicción que tengan los argumentos que plantean.
Después, hay otras situaciones que son ajenas a la institución y que no dependen tampoco de la Administración pública, según destacó el procurador del Común durante un encuentro con los medios en un congreso sobre despoblación en la Usal. “Es el caso de soluciones que requieren un coste y eso, pues hay que presupuestarlo y no se puede resolver de forma inmediata”, advirtió. En conclusión, Tomás Quintana mostró su convicción de que existe una “progresiva asunción” de sus resoluciones por parte de las administraciones públicas.
Preguntado por el tipo de quejas más comunes durante los últimos meses, el procurador del Común matizó que es necesario distinguir entre el periodo de pandemia y el posterior. “Durante el COVID fueron quejas relacionadas con la prestación de los grandes servicios públicos de titularidad autonómica. Es decir, la sanidad, los servicios sociosanitarios y la educación. Sin perjuicio de que, junto a esas, las quejas más habituales han estado presentes, en relación con los servicios locales, el empleo público y otras cuestiones comunes”, concluyó.