Los trabajadores del sector cárnico están llamados a la huelga los próximos días 25 y 26 de noviembre y también desde el 3 al 8 de diciembre como medida de presión si antes no se produce un acuerdo entre la patronal y los sindicatos respecto al nuevo convenio colectivo que se encuentra en fase de negociación. El secretario general de la sección sindical de UGT de Campofrío y miembro de la mesa negociadora a nivel nacional, Hilario Sancho, ha explicado esta mañana las razones que les han llevado a los sindicatos UGT y CC OO a convocar estos paros. En la provincia salmantina el sector cárnico cuenta con unos 4.000 trabajadores y 298 empresas. En el conjunto de Castilla y León el número de trabajadores asciende a los 15.000.
La falta de entendimiento entre la patronal y los sindicatos en la mesa de negociación en torno al nuevo convenio colectivo del sector ha precipitado esta convocatoria de paros. Sancho ha subrayado que "fuimos esenciales durante la pandemia y dimos de comer a la población. Entonces nos daban la ‘palmadita’ y ahora nos quieren dejar tirados". El dirigente sindical ha rememorado rambén que el cárnico es el principal sector de alimentación y el quinto en cuanto a volumen de todo el país, por detrás de la automoción. Con más de 100.000 trabajadores y más de 3.000 empresas en todo el territorio nacional, en 2020 facturó cerca de 28.000 millones de euros. “Es un sector potente y dinámico que queremos que lo siga siendo”, reflexionó Sancho, quien señaló además que no llegó al 1% el porcentaje de trabajadores que se acogieron a un ERTE durante la pandemia, una cifra “irrelevante”.
La última oferta de la patronal, según reveló UGT, contempla una duración de tres años para el nuevo convenio colectivo y unos incrementos salariales que oscilan desde el 2, 5 por ciento en 2021, al dos por ciento en 2022 y el 1,5 por ciento en 2023. Sanchio ha recalcado que se trata de subidas inferiores al inremento del IPC. "Queremos unas subidas más acordes a la situación actual y con clausulas de revisión para no perder valor adquisitivo". Además, ha denunciado que la patronal pretende incrementar la bolsa de horas de libre disposición de las empresas de 120 a 170 horas, con las que “pueden jugar” hasta el cierre del primer trimestre del año siguiente. “Son trabajos de una intensidad muy alta en los que si algún día el trabajador se va a diez horas es mucho y eso puede conllevar accidentes y un montón de circunstancias que no queremos que ocurra".
La patronal, según los argumentos esgrimidos por UGT, también quiere llevar a cabo un abaratamiento de los costes de producción. Frente a la postura de los empresarios, "nosotros queremos firmar un convenio justo, digno y moderno".