Izquierda Unida concurre al pleno municipal que celebrará este viernes el Ayuntamiento de Salamanca con dos mociones.
En su primera moción, la concejala Virginia Carrera solicita a las diferentes administraciones competentes, así como a la empresa concesionaria el restablecimiento inmediato de los servicios de línea regular de autobús entre Salamanca y Madrid con las frecuencias y horarios anteriores al Covid-19. La edil argumenta que desde hace meses el servicio de la línea regular de autobuses de la empresa AVANZA que conecta Salamanca con Madrid "ha sufrido importantes recortes suspendiendo varios de los autobuses tanto de ida como de vuelta". A su juicio, "esta drástica decisión de la empresa de suprimir considerablemente el número de servicios y horarios, está originando graves perjuicios a las y los usuarios que tienen que adelantar sus horarios para ir a la capital y para volver a la ciudad, o buscarse otro medio de transporte para poder desplazarse, ya que muchos de ellos se quedan literalmente en tierra".
Por si fuera poco, este recorte no solo afecta causando un enorme perjuicio a los salmantinos que se desplazan a Madrid a realizar todo tipo de gestiones, sino que "también supone una reducción de la oferta para los madrileños que habitualmente visitan la ciudad. Además se está casi obligando a los viajeros a sacar los billetes por internet, ya que las taquillas apenas permanecen abiertas media hora antes de la salida de los autobuses". Se trata de "un recorte de servicios que ahonda en la discriminación de la llamada 'España vaciada' y que incrementa los inconvenientes que ocasiona a los numerosos salmantinos/as que tienen que desplazarse a Madrid por motivos laborales, académicos, sanitarios, administrativos o de otra índole".
En su segunda moción, Izquierda Unida, tal y como anunció hace unas semanas, pretende introducir en la ordenanza municipal de animales de compañía la obligación de minimizar el impacto de las micciones de los animales domésticos mediante el empleo de agua o producto no contaminante. "No hay que olvidar que es cada vez mayor el número de animales de compañía en nuestras ciudades y la diversidad de razas y especies presentes, esto tiene una inevitable incidencia en la salud y seguridad de la ciudadanía que las Administraciones Públicas están obligadas a salvaguardar", concluye Carrera.