Los Grupos de Resistencia Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) escribieron una de las páginas más siniestras durante los años de la mítica Transición española. Su actividad terrorista saltó en aquellos convulsos años a las primeras planas de los periódicos y sus fanáticos militantes protagonizaron atentados especialmente virulentos durante los años 70 y 80 del pasado siglo.
La banda fue fundada en el año 1975 en Vigo y fue el brazo armado del Partido Comunista de España (Reconstituido). Ideológicamente hundían sus raíces en el marxismo-leninismo más clásico sin coquetear con ninguna veleidad reformista. Sus acciones criminales, según los datos que maneja la Asociación de Víctimas del Terrorismo, se plasmaron en el asesinato de 95 personas, más el sangriento añadido de 93 heridos, durante la larga espiral de atentados que perpetraron entre los años 1975 y 2006.
Aunque oficialmente nunca se disolvieron, su actividad terrorista se difuminó a partir de 2006 con la detención y el encarcelamiento de sus últimos militantes. Entre ellos figura un nombre singular: Lucio García Blanco. Se trata de uno los activistas históricos del GRAPO, quien fue detenido en el año 2007, juzgado en la Audiencia Nacional por Baltasar Garzón y cumple una condena de 18 años y 11 meses de prisión en la cárcel salmantina de Topas.
Desde el módulo de su prisión, Lucio García Blanco viene protagonizando durante todos estos años una intensa actividad propagandística con la publicación constante de cartas impregnadas de radicales arengas y posicionamientos políticos. Las misivas ven la luz en Internet en publicaciones de extrema izquierda, como es el caso de PRES.O.S, donde publican reclusos de diferentes centros penitenciarios españolas. De esta forma, Lucio García Blanco mantiene alzada la bandera del GRAPO para dar visibilidad a su lucha y dejar claro que la banda, aunque policialmente fue derrotada totalmente, sigue viva, aunque sea a la sombra de las rejas.
Fidelidad al marxismo-leninismo
Lucio García Blanco niega en estas cartas los delitos que se le imputan, se considera un preso político en toda regla y deja claro que no se ha movido ni un ápice de los postulados ideológicos que le llevaron a militar en el PCE (R) y en el GRAPO. En su presentación biográfica, este vallisoletano originario de la localidad de Santa Eufemia del Arroyo, explica que procede de una familia campesina, que comenzó a trabajar con apenas 16 años y que en plena adolescencia adquirió sentimientos de conciencia de clase. Fue emigrante en Argentina, Colombia y Venezuela y tras su regreso a España, sus inquietudes políicas le llevaron a ingresar en las filas del PCR (R).
Lucio García Blanco se posiciona en sus cartas sobre los asuntos más polémicos y conflictivos de la sociedad española. En 2017, por ejemplo, escribía en una de sus internaúticas misivas, en pleno estallido secesionista en Cataluña, que el Parlamento catalán estaba "legitimado para organizar el nuevo referéndum de autodeterminación y hacer respetar su resultados, así como para llevar adelante la resolución salida del 9-N de impulsar el enfrentamiento y la ruptura institucional con el Estado".
También en el otoño de aquel año aseveraba en otro escrito, en referencia directa al referendum ilegal del 1 de octubre de 2017, que "el triunfo del pueblo catalán en este día tan importante y decisivo ha sido bien claro y contundente, mientras que el desarrollo del estado de sitio impuesto por el Estado español ha dejado bien claro su catadura terrorista".
Además, proclamaba que "nuestro partido propugnaría que se vote por la independencia de Cataluluña, como en su día hicieron Marx y Lenin en relación con Irlanda, ya que en este caso es la opción que más favorece a la clase obrera y popular, tanto de Cataluña como del resto del Estado español". Su carta se remataba con una llamativa arenga que incitaba a la crispación: "¡Hai qu’ armala!".
Apoyo al rapero Pablo Hasèl
Los contenidos de las cartas de Lucio García Blanco desde el centro penitenciario de Topas no tienen desperdicio. El pasado 23 de marzo publicaba otra jugosa misiva para apoyar al rapero Pablo Hasèl. Señalaba entonces este histórico dirigente del GRAPO que "lo que sí está moviendo bastante es la situación política y social, con el acoso represivo y el encarcelamiento de Hasèl, que viene conllevando multitudinarias y combativas manifestaciones".
"Todo indica -enfatizaba entonces en su carta- que supondrá un buen desarrollo para nuestro Partido y el conjunto del Movimiento de Resistencia, aunque para ello los militantes tendrán que hacer muchas reuniones de carácter político con los elementos más avanzados, y tratar de discutir con ellos nuestros programas por una ruptura democrática, así como por la conquista de la República Popular y el socialismo".
Y proseguía su carta desde la prisión argumentando que "es evidente que lo que está ocurriendo asimismo supone un gran desprestigio del régimen fascista a nivel internacional, y es positivo que se hayan dado manifestaciones de solidaridad con Hasèl en Argentina, Chile, Venezuela y otros muchos países tanto de América Latina como de otras zonas. En este plano destaca el corte que le dio el ministro de exteriores ruso a Borrell en una reunión, remarcándole que en España había presos políticos".
Fascismo y negacionismo
Lucio García Blanco no deja títere con cabeza en sus escritos carcelarios. En uno de ellos arremete con dureza contra los negocionistas del coronavirus, vinculándolos, nada más y nada menos, que con el fascismo. Dice en su misiva que "sobre los elementos negacionistas, parece evidente que se trata de ultra-reaccionarios fascistas, aunque yo no los llamaría antisistema, ya que pretenden instaurar un fascismo de viejo cuño y partido único, al estilo de los nazis y Musolini, aunque en la actualidad el poder de los grandes monopolios empresariales prefiere continuar con el modelo que tenemos, disfrazado de una farsa de parlamentarismo".
El veterano dirigente del GRAPO, en cambio, cree que el virus no ha sido provocado en un laboratorio. Apunta en este sentido que "a estas alturas ya se puede afirmar que no estamos ante una creación de laboratorio, sino que se trata de un virus surgido de forma natural y espontánea en China, en diciembre de 2019. Como es lógico, desde los países imperialistas, incluido España, lo vienen combatiendo poniendo por delante sus intereses de clase; así que es normal que la pandemia continúe desarrollándose. Y es muy preocupante que en Europa estemos ya en 40 millones de contagios y continúe subiendo".
Mirando a Colombia
Ya en la clave internacional, Lucio García Blanco se convierte en un particular observador político desde su celda. En otra carta habla sobre las fuertes tensiones que sacuden a Colombia este año comenta que "hay que prestarle bastante atención al proceso casi insurreccional que se viene dando en Colombia, en contra de la reforma tributaria impuesta por el presidente Ivan Duque, pues ya en la actualidad el pueblo viene pasando hambre. Las protestas diarias ya duran más de un mes, y la policía y el ejército que incluso vienen disparando proyectiles, ya han matado a unos cincuenta manifestantes. La cuestión es que, además, no se trata de un proceso espontáneo, sino que está convocado por un Comité Nacional de Paro; y es de suponer que lo venga apoyando la guerrilla.. Ya viene afectando a las principales ciudades, como Bogotá y Cali".