La puesta en funcionamiento, nuevamente, de la conocida y atractiva Línea del Duero, que hasta 1985 cubría el trayecto Porto-Salamanca por Barca d’Alva, vuelve a estar de actualidad. Portugal ha dado el primero paso y ahora solo hay que esperar a que España siga el camino. El ministra lusa de Cohesión Territorial, Ana Abrunhosa, ha confirmado que el Gobierno portugués tiene intención de reabrir la línea férrea del Duero en su tramo entre Pocinho y Barca D’Alva.
El anuncio lo realizó Ana Abrunhosa durante una visita a la ciudad de Lamego. La ministra aseguró que será una de las iniciativas que se lleven a cabo con motivo de la conmemoración de los veinte años de la designación del Alto Douro Vinhateiro como Patrimonio Mundial por la UNESCO. Pero Ana Abrunhosa asegura que "es importante poder convencer a los hermanos del otro lado de lo importante que es esta línea para Salamanca”.
La propuesta de resolución del BE, PAN, PSD, PCP y PEV que defienden la recalificación de la línea del Duero y la reapertura del tramo Pocinho-Barca de Alva fue aprobada por unanimidad por el Parlamento de Portugal en marzo de 2021. El debate parlamentario que antecedió a la votación mostró sintonía en la intención de devolver la línea del Duero a su configuración incial, con la reapertura del trozo Pocinho-Barca de Alva (cerrada en 1988), pero también en priorizar la modernización de la totalidad de la infraestructura, cuya electrificación solo llegó hasta Marco de Canaveses.
Los diputados lamentaron el cierre de las líneas de vía estrecha del Tâmega, del Corgo, del Tua y del Sabor y hasta los mismos partidos con responsabilidades en el gobierno en las últimas décadas reconocieron que el país apostó, erráticamente, en cerrar las líneas férreas a favor de las autovías.
Una vía extinta en 1988
Se trata de una vía extinta desde 1988, que en Portugal nace en Oporto y que hoy solo llega hasta Pocinho, a 30 kilómetros de la frontera con Salamanca. En los últimos meses, diferentes alcaldes portugueses han retomado la idea de su reapertura, avalados por varios informes y por la Unión Europea, que considera este trazado como un eje estratégico de desarrollo.
Por el lado español, hace 33 años se cerraron los 77 kilómetros que unían los pueblos españoles de La Fuente de San Esteban con La Fregeneda, justo en la frontera natural que marca el río Duero.
Con la apertura de esta vía, que en el lado español está protegida como Bien de Interés Cultural, los grabados paleolíticos del Côa (Portugal) y Siega Verde (España), el único Patrimonio de Humanidad hispanoluso, podrían incrementar su potencial de visitas, ya que están ubicados muy cerca de la línea férrea. Incluso el propio trazado ferroviario hispanoluso entre Pocinho y La Fregeneda sería un nuevo atractivo turístico, ya que discurre por el Parque Natural Arribes del Duero (España) y por el Douro Internacional luso, que en ambos casos forman parte de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Arribes.
Del lado español, los últimos 17 kilómetros de esta línea, que fue inaugurada el 8 de diciembre de 1887, atraviesan 20 túneles y 13 puentes construidos para sortear un nivel de 483 metros, encajonados en el desfiladero por el que discurren los ríos Águeda y Duero.