La Junta de Castilla y León considera que la vuelta a las aulas tras la sexta ola de contagios de Covidse ha producido con normalidad y sin incidencias. Comenta que el número de docentes que han solicitado la baja por motivos médicos en estas fechas ha sido mucho más bajo que en enero del año pasado y presume de los mecanismos articulados para la sustitución rápida (las listas dinámicas).También ha anunciado que ya ha comenzado a aplicarse la última actualización de la guía de actuación ante la aparición de casos de COVID-19 en centros educativos. Hay un cambio notable en el protocolo: las aulas de Infantil y Primaria solo se cerrarán cuando haya un brote con cinco o más positivos o una afectación del 20% del alumnado.
Desde el STE de Salamanca valoran el mantenimiento de las medidas anti Covid del curso anterior (mascarillas, distancias y ratios, aumento de la contratación de profesorado, ventilación, medición de CO2, limpieza…) que han permitido mantener la presencialidad en los centros, aspecto fundamental para lograr una equidad en la educación y para que nadie quede atrás en el camino educativo. Pero no compartenesta extraña decisión de relajación en la cuarentena de las aulas que pretende dar normalidad a los centros escolares y evitar el cierre de clases. “Más que una medida sanitaria parece una medida de guardería. Todo apunta a que las razones de este cambio no responden a criterios científicos o epidemiológicos contrastados, sino a los elevados costes sociales de las cuarentenas de las niñas y los niños, porque alguien se tiene que quedar cuidándoles”, comenta Teresa Vicente, portavoz de la organización.
Incremento de tareas y responsabilidad
Desde el STE de Salamanca alertan de que esta relajación de las condiciones necesarias para poner en cuarentena a una clase entera va a suponer un incremento de tareas y responsabilidad en los equipos directivos, saturados ya desde hace tiempo con toda la burocracia sobrevenida por la pandemia. El profesorado va a redoblar también su trabajo puesto que debe atender al alumnado que asiste a clase y al que no enviándole tareas mediante las plataformas digitales.
Por otra parte, el sindicato solicitó durante las vacaciones de Navidad un cribado masivo antes de la vuelta a las clases puesto que ha sido en el ámbito familiar donde se han producido la mayoría de contagios. “Esto hubiera evitado que el profesorado y alumnado llegara contagiado a los centros educativos, pero la Junta ha hecho oídos sordos”, comenta Teresa.
También exigen agilidad en la vacunación de mayores de 5 años (con el fin de aumentar la seguridad en sus aulas) e inmediatez en las sustituciones del profesorado que se pida la baja laboral para garantizar el derecho a una educación pública de calidad para todas las niñas y niños de la región.