Castilla y León también se moviliza para prestar toda la asistencia posible en la guerra ruso-ucraniana. Desde Salamanca Iván, un médico de Ucrania y su mujer Yuliia, quieren conseguir todo el material a su alcance para enviarlo a su país de origen, donde mucha gente “está escondida en sótanos para escapar de los bombardeos”, narra Iván.
Este facultativo ucraniano agradece que “la gente se haya volcado muchísimo”, máxime cuando la concepción inicial fue “algo espontáneo y planeado ayer por la tarde”. Los organizadores, de hecho, solo cuentan con una furgoneta grande, por lo que una buena parte de lo recogido ha ido a parar a las afueras de la ciudad, a una nave habilitada para ello. La furgoneta, conducida por un voluntario que habitualmente se dedica al transporte de material entre Ucrania y España, tarda tres días en ir y otros tres en volver.
Este es uno de los motivos, que llevaron a Iván a recoger mercancía también en Zamora (donde trabaja) usando su propio coche, pero tras comprobar la cantidad de llamadas y mensajes recibidos, se dio cuenta de que no tendría "espacio" en su vehículo”, por lo que está pensando en organizar algún punto de recogida, y pedir ayuda a compañeros ucranianos para llevar todo el material a la capital charra. Además, está en contacto con asociaciones y Ayuntamientos para fletar un camión que traslade la mercancía a la frontera con Ucrania.
Una vez allí, principalmente en la frontera con Polonia, los camiones con la ayuda humanitaria son llevados hasta una zona con voluntarios que se encargan de su gestión y manipulación.
Ataques a hospitales que trabajan las 24 horas
Las necesidades básicas actuales son sobre todo médicas, y es que, aunque la situación aún está controlada y no haya problemas de desabastecimiento, esto podría no durar, sobre todo porque tal y como nos recuerda Iván algunos de sus colegas médicos “están casi 24 horas operando a gente” y cuando por fin duermen “lo hacen unas dos horas y siguen con labores de cirugía”. Lo cierto, es que muchos hospitales han sido atacados desde que empezará el conflicto.
Ahora mismo lo que se necesitan son medicamentos de diferentes tipos, material médico como vendas, gasas, material de primera ayuda, pero también ropa, mantas, abrigos, así como cascos y chalecos antibalas. Por otro lado, están contactando con empresas que les ofrezcan drones con los que facilitar la defensa de las ciudades. “La situación es muy complicada” relata Iván, quien espera que la guerra “acabe pronto” y que no duda en que “habrá escasez de material” no solo en Kiev si no en muchas ciudades ucranianas.
Iván y Yuliia también han pensado en contactar con Cruz Roja y Cáritas para obtener soporte en las labores de gestión, recogida y traslado de material.