El radiante sol de mediodía regaló este Domingo de Ramos a salmantinos y visitantes una apacible cita semana santera con unos 400 niños ataviados con palmas que hicieron las delicias de los miles de congregados en el casco histórico. Había ganas de Semana Santa en la capital del Tormes y el tiempo, que acompañó en esta jornada dominical, se alió con un gran seguimiento de los actos matutinos de la Pasión.
La Catedral Nueva abrió con cierto retraso su Puerta de Ramos al paso de la Hermandad de Jesús Amigo de los Niños con el conjunto escultórico de Carlos Guerra-Del Moral, datado en 2009. La plaza de Anaya recibió con sonora ovación la salida a cara descubierta de los cofrades.
Las secciones infantiles del resto de hermandades y cofradías acompañaron hoy al cortejo de ‘La Borriquilla’, como ya hicieran por primera vez en 2019 y tras los dos años de obligado paréntesis por la pandemia. Como novedad, la organización señaló un tramo azul, o de silencio, al paso del desfile procesional por la calle Libreros para favorecer así el seguimiento de los actos por parte de los niños afectados por el Trastorno del Espectro Autista. Una vez doblaron la esquina en la calle Calderón de la Barca, las cornetas de la Agrupación Virgen de la Vega, insertas en la fila, dejaron de sonar para que la experiencia de la Pasión resulte, desde hoy, un poco más inclusiva en la capital charra.